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viernes, 30 de julio de 2010

EL PODER DEL CEREBRO ES BRUTAL


 
Olvídese del dinero, las armas, la política... El verdadero poder está a su alcance: en su mente. Eduardo Punset ha dedicado los últimos años a investigar lo que pasa en nuestro cerebro y ha descubierto todo un universo en el que abundan las sorpresas... y las buenas noticias. Atrévase a descubrir todo lo que hay en su cabeza.

Abracadabrante, dice Punset, cuando los adjetivos empiezan a quedársele pequeños: alucinante, apasionante, increíble... no le bastan. No son suficientes para expresar su entusiasmo ante los avances científicos que ha descubierto mientras investigaba para escribir su libro El viaje al poder de la mente (ed. Destino), que sale a la venta el 14 de marzo.

Se suponía que iba a cerrar una trilogía: primero, la felicidad; luego, el amor; y, ahora, el poder. Pero, más que cerrar, lo que esta entrega plantea es una apertura a un nuevo mundo lleno de posibilidades. «En los próximos 25 años van a ocurrir cosas que van a revolucionar nuestra forma de ser –arranca Punset–. Para empezar, después de tres mil millones de años, vamos a dejar de ser depredadores, es decir, no vamos a necesitar comernos a otros para sobrevivir, como sucede ahora.» Gran noticia, sin duda. ¿Y de qué vamos a vivir? « ¡De la luz del Sol! Ya hay un animal, una babosa marina, llamada Elysia chlorotica, que es la primera planta-animal: supo extraer el gen adecuado a partir de las algas que ingería para hacer ella misma la fotosíntesis y vivir del Sol. Lo increíble es que, hace dos mil millones de años, cuando estaba a punto de producirse la mayor extinción masiva que ha habido en el planeta, las cianobacterias ya descubrieron eso para sobrevivir: aprendieron a hacer la fotosíntesis. ¡Los microbios descubrieron algo que nosotros hemos aprendido 2.300 millones de años después!» Vale, pero eso –que los humanos vivamos haciendo la fotosíntesis– no va a pasar en 25 años, conviene reconvenirle. «Sí va a pasar. O en poco más. Ya lo verá: los leones dejarán de perseguir a los ciervos [ríe].» Viendo su convicción y leyendo la investigación en la que se sostienen sus afirmaciones, la verdad es que dan ganas de adentrarse en la ciencia ficción, pero hoy estamos aquí para hablar de algo más cercano, en el tiempo y en el espacio: nuestra mente.

XL Semanal. Pensábamos que, al abordar el poder, iba a hablar de por qué nos gusta tanto mandar y, sin embargo, ha optado por centrarse en el poder de la mente.

Eduardo Punset. Es que nunca me interesó el poder de Zapatero. El de los gobiernos o los banqueros no es el poder de verdad. Bin Laden no tiene poder porque tenga dinero. Hay muchos con mucho más dinero que él. Tiene el poder de controlar la mente de mucha gente. Y es curioso que el poder del cerebro sea tan determinante cuando, en el fondo, está basado en cosas muy poco consistentes: en unos mensajes que le llegan a través de unos sentidos mediocres. Por ejemplo, sólo ve una parte pequeña del espectro luminoso, oye fatal y ya no hablemos del gusto... nuestros sentidos son un mero apaño evolutivo. Es apasionante descubrir cómo, a pesar de ello, su poder es omnímodo. A veces, glorioso; a veces, nefasto.

XL. Uno de los puntos centrales de su libro es la reivindicación de la intuición, lo que no deja de ser curioso desde el punto de vista ‘científico’: primar la intuición sobre la razón.

E.P. Éste ha sido uno de los grandes descubrimientos de los últimos cinco años: no se necesitan procesos reflexivos muy sofisticados y conscientes para tomar una decisión importante.

XL. Incluso va más allá. Dice que si me dejo llevar por mis corazonadas, tengo tantas posibilidades de acertar en mis decisiones como si me guío por la razón. ¿No es así?

E.P. Más, tienes más posibilidades de acertar. Ahora sabemos que, dentro de la historia de la evolución, la conciencia o los pensamientos conscientes son algo muy reciente. Durante millones de años, este ‘animalejo’ que somos ha vivido sin consciencia, así que el pensamiento inconsciente tiene tanta experiencia o más que el consciente a la hora de garantizar su validez. Cuando yo decido acatar lo que me dice mi inconsciente, sin darme cuenta siquiera, en realidad estoy tomando una decisión que es el fruto de una experiencia de miles de millones años. Pero, además, sabemos que la corteza cerebral, que es la que supuestamente controla las decisiones conscientes, es la última en formarse en el cerebro, lo hace cuando ya tenemos unos años de vida.

XL. ¿Y por qué, evolutivamente, en un momento dado no fue suficiente la intuición para sobrevivir y desarrollamos la conciencia? ¿Para qué sirve?

E.P. Pues para situarnos en el tiempo. Yo esto, además, lo he comprobado con mis nietas: hasta los cuatro años no son capaces de distinguir entre el pasado, el presente y el futuro. Han tenido que esperar hasta que la conciencia se formase para poder diferenciarlos.

XL. ¿Por eso los niños son más intuitivos que los adultos?

E.P. Claro, no tienen conciencia.

XL. Pero será mejor tenerla para sobrevivir. ¿No es mejor tener más información?
E.P. Depende de los casos. Está el famoso experimento de Milwaukee y Detroit. A la pregunta de qué ciudad es mayor, el 60 por ciento de los norteamericanos acertó: Detroit. A la misma pregunta, el 9o por ciento de los alemanes acertó. ¿Por qué aciertan más los alemanes? Sencillamente, porque no tienen ni idea de Milwaukee. Cuando puedes disponer de toda la información necesaria, entonces es mejor la decisión racional; ahora bien, cuando no dispones de toda la información, es mejor tomar decisiones inconscientes.

XL. Dice usted que la distinción entre cautelosos e intuitivos es que los primeros intentan no equivocarse y los segundos intentan acertar. Y reivindica la osadía...

E.P. Ante la falta de información, sí. Y eso en una época de crisis como la que vivimos es fundamental. Se lo explico a mis amigos empresarios: en época de crisis hay que arriesgar; dad el poder a los jóvenes; cambiad de opinión. Si te quedas quieto, estás muerto.

XL. Insiste mucho en que hay que cambiar de opinión y en lo difícil que nos resulta a los humanos hacerlo.

E.P. ¿Cómo puede ser que los monos rhesus puedan cambiar de opinión y, sin embargo, los homínidos no lo hagan... ¡ni aunque los mates!?

XL. Pero es comprensible. Imagínese a alguien que cambia continuamente de opinión, que hoy dice `a´ y mañana, `b´; que hoy es del Madrid y mañana, del Barça... Crea una enorme inseguridad.

E.P. Lo que estamos diciendo no es que cambies de opinión a cada rato, sino que tenemos un cerebro lo suficientemente evolucionado como para poder cambiar de opinión. No hacerlo, como mecanismo de supervivencia, es malísimo. Y te diré por qué: la opinión que tú tienes no es el resultado de ver, sino de mirar las cosas de una determinada manera; es el llamado `efecto marco´. Si has visto cómo mataban a un inocente, es muy probable que pidas la pena de muerte. Y aún más, las opiniones son el resultado de tus prejuicios. Hemos hecho un experimento significativo con un vídeo: en la imagen pasa un negro; luego, un blanco; luego, una blanca; luego, un chimpancé... para que los describan. Al hacerlo, la gente muestra un cierto racismo, incluso a pesar de no ser racista. En cambio, cuando le pones al negro una camiseta de un equipo de fútbol famoso, su reacción es totalmente distinta: la gente se olvida del color de la piel, no lo registra. A la mujer, sin embargo, le pones la camiseta y sigue habiendo la misma reacción sexista. No le perdonan que sea mujer.

XL. Por eso hay un presidente negro en Estados Unidos antes que una mujer.

E.P. Cierto. Y eso que nunca tendrán un presidente tan preparado como Hillary Clinton.

XL. Otros experimentos que cita en su libro muestran que los mecanismos de la imaginación y del recuerdo son muy parecidos. ¿Confundimos pasado y futuro?

E.P. Todo es pasado. Lo que hemos descubierto es que imaginar el futuro y recordar el pasado son entramados similares, activan las mismas partes del cerebro. Y eso deberíamos tenerlo muy en cuenta a la hora de prever nuestro destino porque la memoria es tremendamente imprecisa. El tema de los testigos en los juicios está muy cuestionado a raíz de los estudios sobre la memoria. ¡No nos acordamos de nada!

XL. Sin embargo, usted, al mismo tiempo, promueve que olvidemos y desaprendamos.

E.P. Cuando hablo de olvidar, me refiero a que es una necesidad evolutiva. No podemos almacenarlo todo. Un olvido de fechas, como nos ocurre constantemente, fortalece la memoria de emociones o acontecimientos que debieran durar siempre. Por eso olvidar puede ser sano. Cuando hablo de la necesidad de desaprender, voy más allá. Es la necesidad de renunciar a los prejuicios y dogmatismos que nos impiden avanzar.

XL. Destaca usted también la importancia del sueño para aprender.

E.P. Durante muchos años ha habido un gran debate sobre los sueños que partía de la idea freudiana de que cabía interpretarlos como reflejo de una realidad pasada o futura. Pero ahora ya sabemos para qué sirven los sueños. Lo hemos descubierto estudiando el sistema nervioso de la mosca del vinagre. Sabemos que ellas aprovechan el sueño para memorizar lo que han aprendido durante el día.

XL. Oiga, ¿cómo se sabe lo que sueña una mosca?

E.P. Sabemos lo que pasa en su sistema nervioso. Al fin y al cabo, su ADN es prácticamente igual que el nuestro y la forma en la que sueñan, también. Ellas y nosotros usamos el sueño para fijar lo que aprendemos. Por eso es importante dormir bien.

XL. Más importante aún parece ser lo que nos ocurre en la infancia. ¿Nuestra vida es el resultado de lo que hemos experimentado de los cero a los seis años?

E.P. Tiene mucha, mucha importancia a la hora de tomar decisiones. De los cero a los seis años somos una unidad de I+D, todo pagado, en la que nos formamos para vivir; todo nuestro potencial está ahí. Luego hay una segunda etapa muy importante al comienzo de la adolescencia. Y después está el tema de la plasticidad del cerebro: nuestra experiencia individual puede modificar la estructura de nuestro cerebro. Durante 20 años, neurólogos y psicólogos han discutido sobre esto. Los psicólogos defendían que el cerebro podía cambiar con nuestra experiencia y, ahora, los neurólogos y genetistas que defendían que estábamos totalmente programados han tenido que admitir que no es exactamente así. La plasticidad cerebral es un concepto revolucionario porque demuestra que lo que hagamos en nuestra vida incide en la forma en que nuestras neuronas se comunican entre sí. Esto abre unas perspectivas increíbles.

XL. Sin embargo, usted mismo cita un ejemplo gracioso a favor de los genetistas, de los que creen que estamos determinados por nuestra herencia genética, que tuvo lugar en la Unión Soviética...

E.P. Sí, un científico ruso, Lysenko, defendía a capa y espada que el entorno acabaría imponiéndose a la herencia genética y otro científico lo rebatió: «Camarada Lysenko, si es cierto, como dices, que cortando las orejas a las vaquitas recién nacidas, generación tras generación, acabarían naciendo sin orejas, ¿cómo se explica entonces que las niñas soviéticas sigan naciendo vírgenes?». Es gracioso y tiene su razón, claro, pero también hay estudios que demuestran que los gatitos pierden la vista cuando se les impide ver durante mucho tiempo. Hay un neurólogo que ha resumido este debate con una frase fantástica: estamos programados [dice mirando a los neurólogos] para ser únicos [añade mirando a los psicólogos].

XL. ¿El cerebro tiene sexo?

E.P. Sí. Y te diría que afortunadamente. El cerebro femenino tiene ciertas cualidades que es una suerte que alguien las tenga. Pero que quede claro que en ciencia hablamos de promedios. Por ejemplo, en promedio, el comportamiento lúdico es distinto: una mujer angustiada no va a tener ganas de hacer el amor; un hombre, si hay excitación sexual, le da igual si está preocupado: querrá hacer el amor. La concepción del tiempo también es distinta. El sexo masculino tiene una concepción divisionaria; se han creído lo de la división en segundos, minutos, horas... y la mujer tiene una concepción por eventos. Sabe que hay que hacer tal cosa, pero puede o no entrar en el tiempo divisionario. La mujer es más empática, le cuesta menos ponerse en el lugar del otro. Pero, ¡ojo!, son distinciones evolutivas. Esto podría cambiar si pasamos a comportarnos de otra manera. Si los hombres se hacen cada vez más cargo de los niños, en siguientes generaciones empezarán a ser más empáticos.

XL. ¿Somos hoy menos violentos que en el pasado?

E.P. Hay pruebas suficientes para creer que, a pesar de las dos guerras mundiales y del holocausto, está disminuyendo la violencia en el mundo. En contra de lo que la gente cree, el altruismo está en alza y vamos a poder influir en la mente para que la gente lo sea aún más. Los estudios demuestran que alterando un sistema social puedes cambiar el comportamiento de la persona. Por ejemplo, países como Arabia Saudí, donde se da mucho la poligamia, suelen generar terroristas. La poligamia deja a muchos jóvenes sin mujer, los vuelve locos. Si quitas la poligamia, habrá menos terrorismo.

XL. Curiosa ecuación, pero es una propuesta. Y esto nos lleva a la inteligencia social...

E.P. Efectivamente, hasta ahora estudiábamos nuestro cerebro en relación con nosotros mismos. Ahora sabemos que lo más determinante es la relación entre dos cerebros. Es más, se ha comprobado que a una persona que miente le sube la tensión sanguínea, pero lo más sorprendente del experimento es que a la persona que está al lado también le sube la tensión al darse cuenta de que su compañero miente. Se puede hablar, incluso, de conciencia social.

XL. Dice usted que somos optimistas por naturaleza.

E.P. Hombre, claro. No hay más que mirar la historia; no la evolutiva, sino la reciente. Pueblos como los de Europa central, con todo lo que han sufrido, no podrían haber sobrevivido si no fuese por el optimismo atávico del ser humano. Siempre creemos que seremos los últimos en irnos al paro, en tener un accidente, un cáncer... El sufrimiento es tan grande que sólo gracias a este optimismo ha sobrevivido la humanidad.

XL. Se afirma también en su libro que la moral es innata.

E.P. Existe una moral innata en los humanos, al margen y con anterioridad al desarrollo de las religiones.

XL. Sin embargo, parece que nuestros principios morales son muy distintos según en qué cultura hayamos crecido.

E.P. Una parte depende de la cultura, pero siempre existen ciertos principios universales: como la distinción entre acción y omisión. Cuando nos enfrentamos a un dilema moral, las acciones son peor vistas que las omisiones. Si para salvar a cinco personas en un bote hubiera que echar a una por la borda, no lo haríamos. Si para salvar a esas mismas cinco no hubiera que recoger a alguien que se está ahogando, es probable que no lo subiéramos al bote. La mente humana ha desarrollado una norma moral empírica, independiente de la cultura: las acciones son peores que las omisiones.

XL. ¿Vamos a poder operarnos en el futuro para ser mejores o peores personas? ¿Modificaremos una conducta interviniendo en el cerebro?

E.P. Claro que sí. Utilizando técnicas invasivas, como la cirugía, y no invasivas, como la electromagnética. Esta última ya se usa para eliminar una adicción a la droga, por ejemplo. Al estimular zonas frontales del cerebro se puede modificar la capacidad de la gente para tomar decisiones, para tratar a enfermos con trastornos de personalidad...

XL. ¿Se podrá curar la depresión aplicando unos electrodos en el cerebro?

E.P. Evidentemente. El electrodo incidirá sobre una corriente eléctrica de mi cerebro. Lo que hay que saber es el circuito preciso sobre el que hay que incidir. En el momento en que lo has identificado, puedes modificarlo en la dirección correcta.

XL. O incorrecta... ¿Se da cuenta de que esto abre cuestiones éticas enormes e inquietantes?

E.P. Sí, se plantean cuestiones éticas muy importantes, pero la verdad es que eso no me preocupa. Todo lo que se ha inventado o descubierto desde el principio de la humanidad puede usarse para el bien o para el mal y, de momento, no vamos tan mal.

XL. ¿Se podrá leer la mente de los demás?

E.P. Totalmente. Eso ya está.

XL. Hombre, no diría yo tanto. Si fuese así, no estaríamos aquí con la grabadora.

E.P. [Risas] Bueno, está casi. Ya hay experimentos con una persona a la que se colocan electrodos mientras está mirando un vídeo y se puede saber lo que está viendo en la pantalla tan sólo analizando los movimientos de su cerebro. Y ya hay ciborgs, personas que mediante implantes se comunican o con otro cerebro o con un ordenador. Pero es que leer la mente de otro debe de ser sencillo... Es ponerse.

XL. Lo veo lanzado: futurista y muy optimista. Y eso que, mientras escribía este libro, ha tenido que superar nada menos que un cáncer de pulmón.
E.P. Sí, pero eso, curiosamente, no afecta mucho a tu mente. Pese a acercarte tanto a la muerte, el cáncer no cambia tu manera de ver el mundo o, al menos, no ha cambiado la mía. En mi caso, lo que ha quedado de mi paso por el hospital son dos cosas: una es la constatación del abismo temporal –30 o 40 años que hay entre los descubrimientos científicos y su aplicación en las terapias cotidianas, lo que no tiene ninguna explicación que no sea la desidia política; la otra, la experiencia de los demás, el altruismo, la solidaridad que una situación así genera entre quienes la padecen, enfermos y familiares. Es extraordinario. El cáncer me devolvió a la manada y le estoy agradecido por ello.

XL. De su primer libro aprendimos que la felicidad es ausencia de miedo; del segundo, que el amor es instinto de supervivencia. De éste, ¿qué hemos concluido?

E.P. Que el de la mente es el único poder que existe. Y que todo comenzó el día que yo, hace unos 30.000 años, te miré a los ojos e intuí lo que estabas pensando.

viernes, 23 de julio de 2010

SINESTESIA



La sinestesia es una facultad poco común que tienen algunas personas, que consiste en experimentar sensaciones de una modalidad sensorial particular a partir de estímulos de otra modalidad distinta.

Algunos personajes conocidos eran sinestésicos. Así, por ejemplo, Baudelaire, Rimsky-Korsakov o Nabokov experimentaban cierta mezcla de sensaciones de los distintos sentidos.

Se han descrito casos de personas que ven los sonidos de colores, otras a las que ciertas formas le producen olores o sabores particulares, etc. No obstante, la sinestesia se puede producir dentro de una misma modalidad sensorial. Por ejemplo, las letras, los números o las palabras, pueden producir la experiencia subjetiva de colores particulares. De hecho, este último tipo es el más abundante.


El estudio de la sinestesia es muy interesante, tanto desde una perspectiva psicológica como neurocientífica, no sólo como fenómeno interesante en sí mismo, sino como una puerta por la que adentrarnos en el estudio de la percepción, la conciencia, y en la base neural de esos procesos.

Además, las personas sinestésicas suelen tener reacciones emocionales negativas cuando los estímulos, p.ej. una letra, E, o un número, 8, están de un color diferente al que ellas ven en él. De ahí que este fenómeno sea igualmente interesante para el estudio de las emociones.

Por último, en opinión del profesor Ramachandran, un experto en el tema de reconocido prestigio internacional, el estudio de la sinestesia puede llegar a ser muy revelador en las investigaciones sobre la creatividad, y las metáforas.

En el grupo de investigación de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Granada estamos desarrollando una línea de investigación para estudiar más a fondo este interesante fenómeno de la sinestesia. Las letras y números que aparecen arriba son un ejemplo de cómo los vería, aunque se presenten en negro, MA, una chica sinestésica que colabora en nuestras investigaciones. Además, para ella, el SUSTO es azul, mientras que la BONDAD es roja: lo más interesante es que si ve escrito SUSTO o BONDAD — ¡al contrario de como son!—, eso le produce una emoción negativa, que puede medirse objetivamente mediante juicios de valencia emocional, o con Respuesta Electrodermal (técnica en la que se basa el detector de mentiras).



SINESTESIA


Esta imagen se usa en un test para demostrar que el ser humano no asigna los nombres a los objetos arbitrariamente. El test es el siguiente: imagine que una persona remota llama a una de estas dos formas Booba y a la otra Kiki. Trate de adivinar cuál es cuál y clique en la imagen para valorar su respuesta. Debajo de la respuesta en inglés, aparece la respuesta en español

La sinestesia, del griego συν, 'junto', y αισθησία, 'sensación', es, en retórica, estilística y en neurología, la mezcla de varios sentidos diferentes. Un sinestésico puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. No es que lo asocie o tenga la sensación de sentirlo: lo siente realmente. La sinestesia es un efecto común de algunas drogas psicodélicas, como el LSD, la mescalina o algunos hongos tropicales.

Los sinestésicos perciben con frecuencia correspondencias entre tonos de color, tonos de sonidos e intensidades de los sabores de forma involuntaria. Por ejemplo, se vuelve más agudo, o tocar una superficie más suave le puede hacer sentir un sabor más dulce. Estas experiencias no son metafóricas o meras asociaciones sino percepciones, y la depresión tiende a aumentar su fuerza. Otro ejemplo, asociar el color amarillo al número 7. Algunos ven colores cuando escuchan música, otros pueden sentir el sabor de las palabras. Otras personas pueden percibir la letra A de color rojo, la S de color amarillo y la Z de color negro.

Científicos de la Universidad de California, sostienen que sus descubrimientos apoyan la idea de que la sinestesia se debe a una activación cruzada de áreas adyacentes del cerebro que procesan diferente informaciones sensoriales, este cruce podría explicarse por una falla en la conexión de los nervios entre las distintas áreas cuando el cerebro se desarrolla en el interior del útero.

Descripción General

La sinestesia puede ocurrir incluso cuando uno de los sentidos está dañado. Por ejemplo, una persona que puede ver colores cuando oye palabras puede seguir percibiendo estos colores aunque pierda la visión durante su vida. Este fenómeno recibe también el nombre de "colores marcianos".

Descripción clínica

La sinestesia no es un fenómeno frecuente. Anteriormente se suponía que la sinestesia era muy rara, pero hoy en día algunos científicos han sugerido que es 88 veces más común de lo que se suponía; es posible que el fenómeno ocurra en una de cada 23 personas. Una causa de la diferencia en estas estadísticas es que los sinestésicos no suelen reconocer que la mayoría de la gente no tiene esa capacidad. El tipo de sinestesia en el cual las personas ven colores cuando oyen o leen letras y números es el más frecuente, hasta 1% de personas. Otras personas saborean sonidos y colores, entre otros. Véase el artículo: Conciencia (Psiquiatría).

Nuevas investigaciones muestran que la sinestesia ocurre mucho más frecuentemente de lo que se pensaba. Es difícil describir las capacidades de los sinestésicos porque hay muchas clases. Algunos sinestésicos son extraordinarios y poseen una profunda sensibilidad musical, pues pueden distinguir e identificar sonidos que, a nivel consciente, no son fácilmente percibidos por otros humanos "normales" lo cual muchas personas suelen relacionar con el 'oído absoluto'.

Algunos sinestésicos se deleitan escuchando ópera, visualizando muchos colores y sabores. La creatividad es otra característica de estas personas. Actualmente se realizan investigaciones con personas en gran parte del mundo y se ha descubierto que también poseen excelente memoria y poder de recordar hechos, aunque las capacidades extraordinarias no son una condición común a todos los sinestésicos.

Sinestesia en el arte

La sinestesia es también una figura retórica que, además de la mezcla de sensaciones auditivas, visuales, gustativas, olfativas y táctiles, asocia elementos procedentes de los sentidos físicos con sensaciones internas (sentimientos). Se le vincula con la enálage –figura gramatical consistente en cambiar las partes de la oración y con la metáfora, por lo que a veces recibe el nombre de metáfora sinestésica.

Hay precedentes del uso de este tropo ya en la literatura clásica, como por ejemplo Virgilio. En España fue utilizada por los escritores barrocos. Pero fueron los poetas franceses quienes la pusieron de moda en la lírica, especialmente durante la corriente denominada simbolismo, que en España apareció subsumida dentro del llamado modernismo literario. Así, por ejemplo, el poeta simbolista francés Arthur Rimbaud creó un soneto dedicado a las vocales, adjudicando a cada una de ellas un color distintivo, y los poetas modernistas como Rubén Darío podían hablar de sonoro marfil o de dulces azules (gusto más vista). En este caso, se trata de una sinestesia de primer grado, ya que son impresiones de dos sentidos corporales diferentes; pero si se asocia la impresión de un sentido del cuerpo no a otra impresión de un sentido diferente, sino a una emoción, un objeto o una idea, se trata ya de una sinestesia degradada o indirecta, o más bien de la llamada sinestesia de segundo grado, por ejemplo, agria melancolía.

Pero es Juan Ramón Jiménez quien la emplea con mayor asiduidad y perfección, al que seguirán después los poetas del 27:

Es de oro el silencio. La tarde es de cristales azules.
JRJ, Hora inmensa
en el cénit azul, una caricia rosa!
JRJ, Elegías lamentables
por el verdor teñido de melodiosos oros;
JRJ, Elegías lamentables

Las asociaciones sinestésicas favorecen la memorización de conceptos abstractos, al vincularlos con realidades sensibles.
Personajes como Charles Baudelaire, Nikolai Rimsky-Korsakov, Vladimir Nabokov, Marcel Proust, Alexander Scriabin y Olivier Messiaen, Axel Lovengreen, Justin Chancellor entre otros, poseían esta facultad.

Sinestesia en la música

 Asociación de Scriabin entre notas y colores.

 Círculo de quintas cambiando gradualmente de color

Resulta particular el caso del compositor ruso Alexander Scriabin quien se vio fuertemente influido por su habilidad sinestésica en su obra musical. Su principal virtud fue asociar tonalidades con colores determinados. Su sistema de colores, a diferencia de la mayoría de las experiencias sintestésicas, se ordena según el círculo de quintas, basado en el sistema que Sir Isaac Newton describe en su libro Opticks. Nótese que Scriabin, según sus estudios teóricos, no reconocía diferencias entre una tonalidad mayor y otra menor con el mismo nombre (por ejemplo: Do Mayor y Do Menor). Muchos de los trabajos de Scriabin en esta materia están influenciados por doctrinas teosóficas.

Mozart registró percibir el tono "Fa" (F) en color amarillo.

En su autobiografía Recolecciones, Sergei Rachmaninoff incluyó una conversación que había tenido con Scriabin y Rimsky-Korsakov (quien también poseía la condición) acerca de la habilidad sinestésica de Scriabin. Rachmaninoff se sorprendió al darse cuenta que la asociación entre notas y colores era la misma en ambos. Aunque escéptico, luego logró darse cuenta de que Scriabin asociaba un Mi bemol con púrpura, mientras que Rimsky-Korsakov con azul. Sin embargo Rimsky-Korsakov replicó que un pasaje de la opera de Rachmaninoff "El miserable Caballero" sustentaba su asociación; la escena en la que el viejo barón abre un baúl con un tesoro lleno de oro y joyas brillando estaba escrita en Re, es decir en amarillo oro. Scriabin escribió a Rachmaninoff diciéndole "su intuición ha seguido inconscientemente las leyes que su razón ha negado".

sábado, 17 de julio de 2010

¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA?



INTRODUCCION:

Imaginemos que dos marcianos acaban de aterrizar y tiene curiosidad por saber cosas sobre la mente humana. Un marciano entra a una gran Universidad y le pregunta a un profesor, psicólogo, cuáles son los poderes mentales del "homo sapiens".

Le contestan que la clave de la mente es la inteligencia, y que esta cualidad se mide con un test de IQ. Con estos tests, se puede predecir quien va a funcionar bien en la escuela y, muy posiblemente en la vida.

"¿Que clase de cosas tienes que saber?", preguntaron los marcianos. Y el profesor responde: "Por ejemplo, el significado de ciertas palabras difíciles, quién escribió la Iliada, como se multiplica 8 X 3, que tiene en común un lago y una montaña, etc." (Así que eso es la inteligencia, pensó el primer marciano).

El otro marciano, un tipo independiente, se fue el mismo a buscar por el mundo la clave de la mente humana. Se subió de nuevo al platillo volador y dio la vuelta al globo. Vio espectáculos impresionantes: marineros en los mares del Sur, bailarinas en Bali, yogas en la India, programadores de computadoras, jugadores de tenis, pianistas que dan conciertos, personas trabajando, presidentes y ejecutivos. Trató de comprender por qué funcionaban tan bien estas personas en sus sociedades respectivas y sacó la conclusión de que los habitantes de la Tierra tienen una serie de procesos, mentales, (incluso diferentes clases de mentes). Como no sabe muy bien el idioma, acuñó una nueva palabra:

INTELIGENCIAS

Como le sucedió al primer marciano, durante muchos años, hemos vivido pensando que tener un coeficiente alto es sinónimo de mucha inteligencia, y que nuestro coeficiente intelectual va a permitirnos tener éxito en la vida.

Esta explicación, no te ayudará a ser más inteligente, o a resolver pruebas específicas de IQ, pero esperamos que después de leerla, puedas considerarte realmente un genio. En tiempos pasados se pensaba que todos tenemos un genio interior.

Revisaremos juntos:
c) Información de cómo operan tus múltiples inteligencias.
d) Un chequeo de cuáles son tus inteligencias más fuertes y cuáles las más débiles.
e) Ejercicios para explorar las múltiples maneras de ser inteligentes.
f) Ideas de cómo aplicar las múltiples inteligencias en tu vida diaria y en tu trabajo, para desarrollar un sistema de actitudes

Inteligencia:

El concepto de inteligencia, muy viejo, se ha empleado de las maneras más variadas durante los siglos. En el último siglo, ha habido movimiento considerable en el "frente de la inteligencia”, y no hay demostraciones de que esta tendencia vaya a disminuir.

Hasta este siglo, la palabra "inteligencia" ha sido utilizada por los individuos en un esfuerzo de describir sus propias potencias mentales así como las de otras personas. Palabra constante en el uso ordinario del lenguaje, la " inteligencia "no se puede describir de una manera exacta. Se llamaron en la cultura occidental, "inteligentes", a los individuos que "eran rápidos o elocuentes o científicos, o astutos o sabios”. En otras culturas, el individuo que era obediente, o comportado bien, o reservado, o equipado de potencias mágicas, ha sido referido por los términos que se han traducido como "inteligentes”.

INTELIGENCIA: La habilidad de responder correctamente a las nuevas situaciones y la capacidad de aprender de las experiencias del pasado.

Es decir: En la selva, no se usara el mismo tipo de inteligencia que la que se requiere cuando se descompone el coche, o en un examen universitario. La inteligencia depende del contexto, las labores, o las demandas que la vida presenta.

En el París de 1900 un joven psicólogo Alfred Binet crea el Test de Inteligencia. Ahora la inteligencia puede ser cuantificable. El Test Binet & Simons que se usa hasta la fecha se creó en 1923.

Siempre se ha pensado que la inteligencia reside únicamente en la cabeza del individuo.

La medición de la inteligencia debe hacerse dentro de un contexto: biológico y el ser humano: dentro de un contexto cultural, que  depende de la cultura paterna y materna.

Alfred Binet respondió a las peticiones de ministros parisienses al final del siglo creando la primera prueba de la inteligencia.

Entonces llegó a ser posible estimar la "inteligencia" de un individuo observando su funcionamiento en un conjunto deliberadamente heterogéneo de preguntas, pasando de la discriminación sensorial al conocimiento del vocabulario. Utilizado primero en forma clínica para los alumnos parisienses de "riesgo", la prueba de la inteligencia se convirtió "en norma" en niños americanos de la clase media fue administrada extensamente, gracias en parte esfuerzos de Lewis Terman en la universidad de Stanford.

En los años 20 y los años 30, las pruebas de la inteligencia (y su producto, (el índice de inteligencia de un individuo) se habían vuelto inmensamente populares no solamente en la sociedad americana pero también en muchas otras partes del mundo.

Mientras que la inteligencia fue percibida inicialmente como un concepto unitario, que se podría medir, con un sólo número, pronto se presentó una discusión en el sentido de si el concepto se podría romper en componentes.

Investigadores tales como L.L. Thurstone y J.P. Guilford discutieron si la inteligencia puede ser concebida como un conjunto de factores independientes. En años recientes, y como resultados de campos tan dispares como la inteligencia artificial, la psicología del desarrollo, y la neurología, un número de investigadores han propuesto la visión que a mente consiste en varios módulos o "inteligencias independientes".

Howard Gardner en su "teoría de inteligencias múltiples", propone que los seres humanos se han desarrollado para poder realizar por lo menos siete formas separadas de análisis:

1. Inteligencia lingüística (como en un poeta);
2. Inteligencia Lógico-matemática (como en un científico);
3. Inteligencia musical (como en un compositor);
4. Inteligencia espacial (como en un piloto del escultor o del aeroplano);
5. Inteligencia kinestésica corporal (como en un atleta o un bailarín);
6. Inteligencia interpersonal (como en un vendedor o un profesor);
7. Inteligencia de Intrapersonal (exhibida por los individuos con vistas exactas de sí mismos).

Según el, la mayoría de las teorías de inteligencia- única o múltiple- han asumido que las inteligencias son entidades simplemente biológicas o son potenciales, que existen en el cerebro, y pueden ser medidos confiablemente, independiente del contexto.

Mientras que la teoría de inteligencias múltiples fue formulada deliberadamente para considerar el contexto de la inteligencia en diversas culturas.

La mayoría de los estudios de la inteligencia, sin embargo, ahora están llegando a la realización que la inteligencia no se puede conceptuar, o medir con exactitud, independientemente de los contextos determinados en los cuales un individuo pueda vivir, trabajar, y jugar, y de las oportunidades y de los valores proporcionados por el entorno.

La inteligencia es siempre una interacción entre las propensiones y las oportunidades biológicas para aprender en un contexto cultural determinado.

Es decir: la inteligencia no es una entidad biológica como la emoción o el temperamento, sino es la interacción entre una inclinación biológica y la oportunidad de aprender que existe en una cultura.

Su distribución es integral:
* Individual.
* En grupo
* Con herramientas y técnicas.

Es evidente que cada persona tiene su propia inteligencia, en su propio contexto socio-cultural, su propia forma de aprender y su propia forma de resolver problemas.

Las Siete Inteligencias:

Un jugador famoso de baloncesto como Michael Jordan, realiza una maniobra inexplicable en el aire, o Luciano Pavarotti extrae otra nota alta retumbando el teatro con la potencia de sus acordes vocales, nosotros no pensamos necesariamente en estos dos hombres como inteligentes. Puede ser que lo sean, pero asumimos que estos talentos pueden ser periféricos a la inteligencia más que la prueba de ella.

Howard Gardner, profesor de la universidad de Harvard educación, discrepa. Cuando Jordan juega o Pavarotti se abre de par en par, Gardner ve inteligencia- inteligencia kinestésica corporal en el caso de Jordan e inteligencia musical en el del gran tenor.

Gardner no limita inteligencia a los reinos tradicionales del razonamiento lógico y de la capacidad de manipular palabras y números.

Él dice que todos estamos dotados con siete formas distintas de inteligencia que se determinan de forma genética, pero se pueden realzar con práctica y aprendizaje.

Aunque teoría de Gardner es rechazada a menudo por la comunidad de investigación, cada vez es más fuerte su influencia entre educadores, especialmente en los primeros grados de la escuela.

Según Gardner, los niños que no sobresalen en el "sistema tradicional" a través del desarrollo de las inteligencias, pueden conseguir la ayuda que necesitan. Los pequeños muchas veces no tendrán ocasión de sobresalir, hasta que toman un trabajo de ventas o se encuentran en una clase de la psicología de la universidad.

Gardner dice que esta tendencia a centrarse en interpretaciones tradicionales de la inteligencia, si la transportamos a un lugar de trabajo, vemos que se arriesga el tener por ejemplo empleados que son excelentes para trabajo en equipo o que siguen siendo peritos en proyecciones a futuro porque no pueden escribir una nota decente.

Muchos patrones asumen que los promedios universitarios muy altos, se traducen necesariamente a habilidades de la dirección.

La primera es la inteligencia lingüística: Es la inteligencia de la palabra: la inteligencia del periodista, el escritor, el poeta o el abogado.

Las personas particularmente inteligentes en esta área, tienen las habilidades para argumentar, persuadir, entretener o instruir en forma efectiva, a través de la palabra hablada. Les gustan los trabalenguas o juegos de palabras.

La segunda inteligencia es la lógica matemática: La inteligencia de la lógica y de los números. La inteligencia del científico, contador o programador de computación.

Incluye las habilidades para razonar en forma secuencial, pensar en términos de causa efecto, crear hipótesis, buscar patrones numéricos, y disfrutar en general con ver la vida en una forma racional y lógica.

La inteligencia espacial: Significa pensar en imágenes y tener las aptitudes de percibir, transformar y recrear diferentes aspectos del mundo visual-espacial. Este es el espacio de los arquitectos, fotógrafos, artistas, pilotos, e ingenieros mecánicos. Tomas Edison, Picasso o Barragán, son ejemplos de esta inteligencia. Quien la tiene de forma predominante tiene una especial sensibilidad por detalles visuales, visualiza con gran facilidad, dibujan o bocetan sus ideas, y tienen un gran sentido de orientación.

Inteligencia musical: La cuarta inteligencia. Quien la tiene, tiene la capacidad de percibir, apreciar, y producir ritmos y melodías. Es la inteligencia que te hace tener oído musical, cantar con entonación, y tener ritmo.

La quinta inteligencia. La corporal o kinestésica, es la inteligencia del cuerpo. Incluye el talento para controlar los movimientos del cuerpo y pericia en la manipulación de objetos.

 Atletas, artesanos, mecánicos y cirujanos poseen en grado mayor esta inteligencia. Un ejemplo de esta inteligencia es Charlie Chaplin. Esta inteligencia te permite cocer, modelar, o hacer carpintería, con gran habilidad, o te lleva a disfrutar de logros físicos, como el esquiar, patinar, escalar, bailar, nadar o jugar football.

La sexta inteligencia, la inteligencia interpersonal. Es la habilidad para entender y trabajar con otras personas. En particular, requiere la capacidad de percibir y responder a los estados de ánimo, temperamentos, intenciones y deseos de los otros. Un director de eventos, un administrador de empresas.

Un individuo con una gran inteligencia interpersonal, puede ser compasivo y responsable de su sociedad como Gandhi, o manipulativo como Machiavello, pero en cualquier caso tiene la habilidad de conocer el interior de los otros. Líderes, negociadores o maestros son ejemplos de quien es inteligente de esta forma.

La última inteligencia, la inteligencia intrapersonal, es la inteligencia de tu “yo interior”. La capacidad para reconocer los propios sentimientos, discriminar entre muchas emociones internas, y el uso del propio entendimiento para tomar decisiones de vida.

Consejeros, filósofos o personas autoempleadas. Pueden ser muy introspectivos, disfrutar la meditación, furiosamente independientes, muy dirigidos hacia metas, e intensamente disciplinados. Prefieren trabajar solos que en equipos.

Todos tenemos las siete inteligencias, aunque nos identificamos con una o dos. Cualquier persona puede desarrollar las siete hasta cierto nivel Gardner estableció requerimientos específicos para que una inteligencia sea considerada como tal. Estos son los cuatros criterios necesarios:

1. Cada inteligencia debe ser capaz de tener sus propios símbolos como dibujos, palabras, notas, o números.
2. Cada inteligencia tiene su propia historia de desarrollo.
3. Cada inteligencia se puede aislar neurológicamente a través del daño cerebral.
4. Cada inteligencia tiene su propio valor cultural.

Además de estas características, la teoría sugiere que cada inteligencia tiene su propio proceso cognitivo en áreas de memoria, atención, percepción y solución de problemas. No necesitas la misma memoria por ejemplo para reconocer melodías como para números o rostros. Tiene además su memoria arquetipal o evolucionista.
Finalmente lo más interesante el libre albedrío es decir si no quieres desarrollar o aprender nada podrá ser adquirido.

sábado, 10 de julio de 2010

LA MENTE, EL PENSAMIENTO Y UN DESEO



Los antiguos sabios y filósofos buscaban por medio de la alquimia la forma de modificar la materia. Eran sectas secretas, grupos muy cerrados que protegían los conocimientos y evitaban por todos los medios su difusión.

El poder de la mente era uno de los misterios que más los atraía porque pensaban que en ese poder estaba la clave de la vida.

Ellos lograron comprobar desde hace más de cinco mil años, que los pensamientos podían materializarse.

Llegaron así a postular la Ley de la atracción. Según este principio el hombre puede convertirse en aquello que piensa, y también tiene el poder de atraer lo que piensa.

Es como si los pensamientos enviaran señales magnéticas para atraer lo que corresponda y lo más extraordinario es que siempre funciona para todos.

Se dieron cuenta que existían algunas condiciones para que esto sucediera en forma inexorable.

En primer lugar el pensamiento debía ser claro y específico sin ninguna ambigüedad y sólo debía incluir deseos positivos ya que descubrieron que el Universo, del cual formaban parte, sólo respondía a esa característica, dejando de lado los juicios de valor.

Hoy en día se podría explicar esta fuerza de atracción como una fuerza electromagnética dentro de un campo de influencia, según la teoría cuántica, y es natural.

Cada vez que una persona tiene un pensamiento o mantiene un pensamiento por largo tiempo está en un proceso de creación, y algo se va a manifestar como consecuencia.

La teoría cuántica sostiene que no puede existir un universo sin que en ello participe la mente, o sea que en realidad es la mente la que le da forma a lo que se percibe.

Este concepto, aunque uno no llegue a comprenderlo, no significa que uno deba rechazarlo, porque tampoco se puede entender cómo funciona la electricidad y sin embargo disfrutamos de sus beneficios.

Se ha comprobado científicamente que un pensamiento positivo es más poderoso que un pensamiento negativo, por eso hay que elegir los pensamientos con mucho cuidado porque si están dadas las condiciones esos deseos se cumplen.

Los grandes sabios del pasado que alcanzaron estos conocimientos, querían conservar el poder porque no deseaban compartirlo. Por esa razón el descubrimiento de la Ley de atracción no llegó a conocerse fuera de ese círculo de privilegio.

Por lógica, debemos inferir que todo lo que somos en este momento de nuestra vida, lo hemos atraído mentalmente con nuestros pensamientos.

Pero nuestros condicionamientos nos impiden pensar en positivo y sólo un cambio de conciencia puede lograr revertir nuestra manera de pensar.

Si leemos los diarios, todas las noticias son negativas y estas noticias, según esta Ley Universal atraerán a su vez sucesos más y más negativos.

El factor emocional juega el más importante papel, tanto que si un deseo o pensamiento no va acompañado de emoción y entusiasmo es que no está alineado con el Universo y no es un deseo real.

Sólo si un pensamiento produce alegría y entusiasmo es cuando nos indica que el deseo es genuino. Nuestros sentimientos son los que nos revelan si estamos en el camino.

Lo que uno piensa, lo que siente y lo que se manifiesta siempre coinciden, sin excepción para todos.

Creamos nuestro propio Universo a medida que transcurre nuestra vida y sentirse bien es una señal para atraer cosas a la realidad.

Todas las tradiciones nos han enseñado que existe algo que es más grande que nosotros que está dispuesto a cumplir nuestros pedidos.


Resumiendo:

El primer paso es que se debe pedir aquello que se desea, sólo con el pensamiento porque no son necesarias las palabras. Desde esta perspectiva, el Universo comenzará a organizarse para que eso suceda.

El segundo paso es que no necesitamos saber la forma en que se realizará aquello que verdaderamente queremos porque esa forma será atraída hacia nosotros en el tiempo más corto, de la mejor manera y con el menor esfuerzo para nosotros.

El tercer paso es que debemos estar alineados con aquello que pedimos, o sea sentirnos emocionalmente entusiasmados y contentos, señal que nos indicará que estamos en el camino.

El tamaño del deseo no importa porque los límites los ponemos nosotros.

sábado, 3 de julio de 2010

¿CUAL ES LA RELACION DE LA MENTE Y EL APRENDIZAJE?


  
Desde que el hombre nace ha este mundo, comienza un aprendizaje intensivo, todo lo referente a la movilidad, al habla, a recibir y dar afecto, a la interrelación, a la educación, a la convivencia, etc., etc... y así continúa a lo largo de toda su vida siempre asimilando información, algunos importantes y otros sin mayor importancia aparente.

Ud. Recibe continuamente información que procesa y guarda en algún lugar de su mente, con una increíble y aún desconocida capacidad de acumular información, clasificándola y archivándola, todos los datos son guardados, día tras día, y allí van a parar, sin saber para qué y cuándo van a ser utilizados

Alguna, tal vez la menor parte de esta información, es guardada conscientemente, el resto, la mayor parte ingresa a nuestra mente sin siquiera habernos dado cuenta de que estaba siendo archivada en algún lugar.

Como se recibe la información? pues a través de nuestro cinco sentidos, la vista, registra cosas, imágenes, secuencias, colores, paisajes, y aunque nosotros estemos pensando en otra cosa, la vista sigue su trabajo de incorporar información, el olfato, el oído, el tacto y el gusto, siguen trabajando en su tarea de recibir información, clasificarla y guardarla.

Esta es la primera demostración del poder de la mente, y aunque por rutinario, parece menor, es la base sustancial de todo lo que el poder de nuestra mente puede hacer.

Muchas personas confunden mente con intelecto, y también erróneamente creen que su intelecto (grado o nivel de inteligencia, alojado en su mente consciente) es lo más importante para ellos, y a partir de esa creencia, llevan adelante sus vidas, toman decisiones, realizan actos, etc. dejando que quién dirija sus vidas sea esta parte menor de su mente, su mente consciente, sin darse cuenta que quien realmente toma las decisiones más importantes es su mente subconsciente

Ud. sabe quien maneja la información necesaria para que su corazón bombeé sangre por todo su cuerpo?, Y la función que cumple su hígado? Y su bazo? Quien lleva adelante los procesos químicos para separar los nutrientes de los desechos cada vez que UD come? Cuando maneja, quien hace millones de cálculos de tiempo-velocidad-distancia-espacio en décimas de segundos, mientras UD. escucha música en su auto?

Su intelecto suele equivocarse muy a menudo, su mente nunca se equivoca, maneja todos los órganos de su cuerpo a la perfección, uno por uno cumplen una función muy específica y perfecta, pero también su mente tiene el poder de coordinar el funcionamiento de todos los órganos al mismo tiempo, y en diferentes situaciones, ya que no es lo mismo si UD. está corriendo, están sentado, están durmiendo o jugando un partido de futbol o si está tranquilo o está nervioso, si está lúcido o está alcoholizado, si están en ayunas o termina de comerse una paella completa, su mente esta capacitada para todo terreno.

Así, hasta aquí, el poder de su mente ya sería increíblemente maravilloso, pero es solo una muestra ínfima de lo que su mente puede hacer. Su cuerpo tiene millones de células, que nace y mueren, que también cumplen una función vital para su funcionamiento, sabe quien maneja esa información, la clasifica y ordena?

Podríamos seguir mencionando todas las cosas que su mente maneja, pero la lista sería demasiado larga, pero desde un capilar de un cabello de su cuerpo, hasta la memoria histórica de sus genes, es información que no maneja su intelecto precisamente

Pero las personas insisten en asociarse con su intelecto, asocian el "YO" con su intelecto, insisten en darle un valor, que no tiene en lo más mínimo, salvo aquel sabio que dijo: "yo solo sé que no sé nada", el resto se catalogan a sí mismos, según la opinión de su propio intelecto


El Poder de la Mente maneja su vida

Es indudable que para que nosotros podamos subsistir, es gracias al poder de nuestra mente, pero no solo se ocupa de nosotros, también se ocupa del mantenimiento de nuestra especie, ya que mientras una feliz futura mamá realiza las compras para su bebé, hay una mente que está haciendo todo el trabajo y a partir de dos células, desarrollar un futuro ser humano.

Pero lo más increíble no es todo esto, esto solamente es el 20% conocido de lo que el poder de la mente puede realizar en nuestro beneficio o para nuestra vida en armonía.

Las nociones humanas de "tiempo" y "espacio" son creaciones de nuestra mente consciente, en su afán de encasillar o acomodar las cosas a su manera, es sencillo demostrar aún con nuestro intelecto que ni el "Tiempo, ni el "Espacio" existen tal cual cree nuestro consciente.

El tiempo, lo dividimos en pasado, presente y futuro, pues bien el pasado no existe, el futuro tampoco, y el presente se puede minimizar hasta una milésima de segundo, por darle alguna medida, casi en el mismo instante que sucede, ya es pasado. Si no existe pasado, ni presente ni futuro, el tiempo no existe

El concepto de "Espacio" está proporcionalmente relacionado al tiempo que nos lleva ir de un punto a otro, si voy de Buenos Aires a Madrid caminando, la distancia es enorme, si voy en avión, es menor, pero si fuera en una nave a la velocidad de la luz, la idea de distancia sería insignificante, por lo tanto el "Espacio" que separa esos dos puntos sería casi inexistente

Para nuestra mente no hay ni tiempo ni espacio, tiene el poder de "ser" sin estar atado a estas dos medidas creadas por nuestro consciente, tal vez Ud. quiera ponerlo a prueba personalmente, pues bien, déle todo el poder a su mente, déle el mando absoluto de su vida, ordénele lo que UD. quiera y no deje que su mente consciente se meta a opinar, cuidado ya que su mente consciente no quiere perder su mal ganado lugar de mandona, verá que antes de lo que UD. sueña, el poder de su mente trae a su realidad aquello que le ordenó. Así como las religiones hablan de la fe y como mueve montañas, la esencia es darle el poder a su maravillosa mente, si le confía el desarrollo de su futuro hijo, como no va a confiar en ella para cosas menores?

Pero tenga cuidado con qué le ordena, por que a veces quien pide es su mente consciente, el poder de su mente se lo va a dar, pero su consciente se suele equivocar muchas veces y eso que UD. quería no siempre es lo mejor

La felicidad o la desdicha, la miseria o la fortuna, la salud o la enfermedad, son decisiones que UD. toma, recuerde, ordénele a su mente y el poder de su mente se lo va a dar, siempre y cuando su consciente no interfiera, claro

No hay nada imposible para el poder de la mente, solo tiene que ordenarlo, como cuando ordena su plato preferido en un restaurante, y espera tranquilo y sin dudar a que el mozo le traerá lo que UD. ordenó.

Si UD. es de las personas que siempre pensó que " hay que ver para creer ", ya es tiempo de que cambie, le sugiero que intente probar con " hay que creer, para ver " y no dude que así será.