PSICOTRÓNICA es una palabra acuñada por científicos rusos para cubrir el mismo campo de la Parapsicología con ese nombre. Nace esta disciplina en la época de la ex Unión Soviética prácticamente con expectativas de obtener resultados aplicables al área militar y como mantener ante el mundo la imagen del “cuco” que se le podía oponer a Estados Unidos.
Este último país había realizado un experimento de ESP (Percepción Extrasensorial) con un agente en tierra y un percipiente dentro del Submarino Nautilus estando sumergido debajo de los hielos del casquete polar del Norte. Cabe destacar que además del aislamiento, de la distancia, el agua y el hielo, el submarino cuenta con una cobertura de acero de treinta centímetros de ancho. El experimento parapsicológico dio resultados positivos. Se probó que se podía realizar una comunicación hasta un lugar donde no podían penetrar las ondas de radio.
Los soviéticos enterados de esto inmediata y autoritariamente dieron la orden a los científicos de que trataran de emular esa prueba. Estos se pusieron a trabajar hasta que pudieron obtener resultados. Lograron la “comunicación biológica” con un submarino y “fabricaron” el telégrafo humano.
El primer experimento realizado con cierta frialdad cruel, ya clásica en algunos científicos, consistió en poner una coneja a bordo de un submarino que debía permanecer sumergido a tres mil kilómetros del lugar en tierra donde quedaron en situación experimental seis crías de la ya mencionada coneja. Esta dentro del submarino estaba siendo controlada todo el tiempo por un aparato electrocardiógrafo conectado a su cuerpo. En tierra un sistema aleatorio de un aparato elegía una hora exacta y a una de las crías que estaban numeradas. A la hora señalada se la sacrificaba. A la misma hora en el submarino se fue comprobando que cada vez que un conejito moría la coneja madre acusaba un impacto en el corazón registrado notablemente por el electrocardiograma. Habían descubierto una forma, la que codificada, podía servir para enviar mensajes a distancia sin ser interceptado.
Aunque el experimento fue secreto el Dr. Vasiliev, uno de los científicos intervinientes se lo contó al Dr. Bender, parapsicólogo científico de Alemania y éste lo hizo público. A Vasiliev lo castigaron a trabajos forzados en Siberia. Una comisión internacional de científicos solicitó con éxito su liberación.
El segundo experimento, denominado el telégrafo humano, consistió en elegir mediante cuidadosos test y otros estudios psicológicos, a dos soldados de la misma edad y con similares gustos, tendencias, vocación, aspiraciones, etc. Con ello se trataba de encontrar un agente y a un percipiente que tuviesen el máximo de afinidad.
Se los separó a una distancia de tres mil kilómetros. Uno transmitía un mensaje mediante un sistema binario de SI y NO. El otro, mientras tanto a la misma hora y previo entrenamiento mantenía relajado y en estado receptivo los dedos mayores de ambas manos sobre las teclas de dos pulsadores parecidos a los que usan los telegrafistas. Los dedos se movían prácticamente solos, movidos por un impulso del cerebro que a la vez era dirigido por el inconsciente. El experimento resultó.
En los laboratorios de PSICOTRÓNICA se hicieron otros experimentos de ESP y de PK (Psicoquinesis), muchos de ellos no publicados.
Según trascendió, entre otras cosas, se entrenaron telépatas para que bloquearan la mente de los rivales en los campeonatos mundiales de ajedrez.
Después de la desarticulación de la Unión Soviética prácticamente no se sabe más nada de la PSICOTRÓNICA.
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