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sábado, 30 de julio de 2011

¿POR QUÉ MENTIR?




¡HOLA A TODOS! Alguna vez nos hemos preguntando ¿Cuántas veces al día mentimos por miedo a decir como sucedieron las cosas realmente? Yo nunca lo había hecho, jamás me había importado, pero hoy que me puse a MEDITAR ESA PREGUNTA y llegué a la conclusión de que la gente miente por miedo a quedar en ridículo, pero aquí asalta otro cuestionamiento.

¿A quién miente, a los otros, a ella misma? Muchos dirán que a los otros y otros más dirán que a ella misma, y yo estoy de acuerdo en que se miente a ella misma.

Ahora bien, siendo honestos todos mentimos de manera aislada ó porque no también decirlo, de manera frecuente, hasta llegar a hacerlo un hábito cotidiano, sin darnos cuenta que esta acción está implicando un desgaste en nuestro ser que provoca un sentimiento de culpa, QUE PUEDE SER DE DIMENSIONES Y DURACIÓN VARIABLES.

Quizá nadie sepa a ciencia cierta porque LA GENTE TIENDE A MENTIR, pero podríamos decir que se debe a que la gente no cree en ella misma ni en sus ideales, y por tratar de integrarse a una sociedad CAE EN LA MENTIRA, pero porque no conocernos primero a nosotros mismos y a nuestras necesidades para auto-agradarnos y así después tratar de agradar a los otros.

Aquí viene la siguiente reflexión, mucha gente dice que miente y dice: es una "mentirita piadosa", acaso ¿HAY MENTIRAS PIADOSAS? probablemente, pues pongamos de ejemplo el siguiente caso: "un hombre desahuciado, no sabe que morirá pronto, sin embargo para hacerle sus días restantes más alegres, se le dice que esta sano" ¿esto es piadoso? muchos dirán si, es piadoso, pero como saberlo realmente, que tal si el enfermo tiene dolores y sufre más aún...

Piedad o no creo yo que decir la verdad es defender los ideales por los que luchamos y creer ciegamente en lo que somos realmente, tomando el riesgo de perder todo o ganar... confianza, amor, que se yo.

Para finalizar solo puedo decirles que la MENTIRA, tarde o temprano sale a la luz y que aunque la verdad implique riesgos vale la pena correrlos pues con ellos se alcanza lo que la mayoría de la gente anhela: la libertad, así que tu dirás, ¿Vale la pena andar vestido de libertad?

 MENTIRA Y AUTOESTIMA

Llevados por la INSEGURIDAD y DESCONFIANZA en nuestra capacidad de ser aceptados tal como somos, podemos caer en la tentación de adornar aquí y allá nuestra historia y nuestras habilidades de forma que causemos una impresión favorable en las demás personas. Un ladrón podrá aseverar más robos de los que realmente ha hecho si tiene que presumir delante de los compañeros carcelarios, o se pueden haber realizado más proezas sexuales de las habidas entre un grupo de hombres que se retan en su capacidad viril, o una madre puede hacer que su hijo mejore las notas y apruebe cursos con fin de que aparezca como una madre exitosa con un hijo bien educado.

MENTIR ES UN RECURSO FÁCIL de valer sin tener que pasar por esfuerzos ni penurias, aunque el precio que se corre es la posibilidad de ser descubierto. En esto sucede algo similar a la persona que lanza rumores falsos para disminuir a las personas que envidia: puede ser descubierto y la conducta desvelada, ir en su contra desprestigiándolo ante a los que quería influir.

Mientras que la persona sincera no tiene que vigilar la versión que da de sus anécdotas y los episodios vividos, porque los transcribe al dictado de su memoria, en cambio el mentiroso debe controlar qué versión da de su historia, para que resulte coherente con la escuchada por cada persona ante la que ha presumido.

Cuanto más se cae en la tentación de mentir más difícil es controlar la abundante base de datos de las versiones dadas y más imposible resulta comentar, repetir o seguir con coherencia lo novelado, de forma que los detalles chirrían y de pronto un personaje famoso es novio de una prima mientras que antes lo era de una hermana, estuvimos dos años estudiando en el extranjero mientras que esos mismos años estudiamos un Master de prestigio en la localidad donde vivimos, conocemos a quien luego resulta que no nos conoce, etc. .

EL HÁBITO DE MENTIR se puede transformar en un trastorno de la personalidad que podríamos llamar 'seudologia fantástica' que es una compulsión a imaginar una vida, unos acontecimientos y una historia en base a causar una impresión de admiración en los espectadores.

Este afán por impresionar esta basado en la imperiosa necesidad de resultar valiosos e geniales por medios tramposos ya que por los naturales de la simpatía y ser espontáneos dudamos el poder conseguirlos.

Refleja, por un lado, la ambición de ser dignos de amor y "ojito derecho" de los demás como antes de ser destronamos por el proceso de maduración lo éramos de los padres; por otro lado, se pone de manifiesto nuestra profunda duda de no ser dignos en base a la distancia, la dureza, el aislamiento y la falta de adaptación que sufrimos, que asemejan pruebas de algún tipo de minusvalía.

El mentiroso fantasioso coge el atajo de robar atención y aprecio por la vía del fácil engaño (las palabras son cómodos sustitutos de los hechos) en vez de por su Ser-sincero, tal vez mucho mas modesto de lo que su ambición soporta.

No se conforma con ser una persona cualquiera -tal vez se vería a sí misma con excesivo desarraigo-, sino que desea ser siempre una personalidad de primera magnitud, de esas que los demás admiramos embelesados y envidiosos.

También mintiendo sobre lo que hacemos llevamos a cabo algo que proporciona un pequeño resto de placer que nos da una migaja de lo que nos gustaría. Imaginando que somos ricos, que seducimos a las personas más bellas, sentimos un gusto que el disgusto de ser sólo fantasías no acaba de eliminar y que puede convertirse en deleitoso manjar para satisfacer necesidades que esta forma engañosa nunca realmente será completa, pero que a base de engaño tras engaño, fantasía tras fantasía nos hace sentir el sueño tan real que casi lo podemos creer.

Lo que nos gustaría hacer, lo que en ensueños nos prometemos, lo que según nuestros cálculos inflados seguramente nos pasará puede hacernos correr tanto en el tiempo que disfrutemos precipitadamente de lo que todavía no somos, y ello nos prepara mal para el naufragio de nuestros ilusiones durante el transcurso despiadado de la vida. Este tropiezo no le sucede a quien su mirada alcanza al escalón de arriba sólo cuando ha mirado bien que ha subido el actual.

El problema del pseudólogo es que para mentir tanto y que no se note ha de hacer lo mismo que un actor que representa un personaje y quiere resultar creíble: esforzarse tanto, como si uno fuera esa persona inventada, que realmente uno se confunda y olvide de quien es realmente.

El personaje suplanta al yo, con lo que su personalidad se instala en una base inauténtica muy peligrosa, porque los halagos, impresiones y valoraciones que arranque a los demás con sus tretas, en realidad nunca los podrá saborear, porque sabe que no están dirigidos al Yo autentico, sino al falso, con lo cual no logra sentir lo que le gustaría sentir: sus dobles vínculos impiden que los placeres le lleguen.

Como la sed de mérito nunca se sacia por este procedimiento cada vez está la persona más descarriada e insatisfecha y más encuentra motivos para curarse con la medicina que le agrava.

Lo que DEBE PLANTEARSE EL MENTIROSO ES SU MISTERIOSO DESÁNIMO, la progresiva languidez que simular produce en él. Su afán de caer bien produce el efecto contrario de que los demás se decepcionen, se sientan despreciados y se disgusten, generando una profunda desconfianza muy difícil de superar (piénsese por ejemplo lo difícil que es olvidar que tu pareja te ha engañado, o te miente sistemáticamente).

LA CURA DEL MENTIROSO es sustituir LA MENTIRA POR LA BÚSQUEDA DE LA EXCELENCIA. Reconociendo su necesidad de brillo y atracción dedicarse con firmeza a mejorar sus méritos verdaderos (profesionales, de cultura, relaciones interesantes, etc.) con suficiente persistencia (porque si ha caído en la mentira es por impaciencia) y seguridad (garantizando con pruebas evidentes las suposiciones).

JUGAR LIMPIO, ser naturales, es el mejor camino para ser aceptados por los demás. Lo primero es que nos acepten aun SIENDO HUMILDES Y MEDIOCRES. Una vez conseguida esta aceptación básica entonces se pueden intentar el asalto al mérito, que ya no será un mérito agresivo (de esos que aunque la persona valga mucho nos da igual porque nos cae antipática) sino un afán de darnos más, de buscar una mayor cualidad, de jugar más fuerte, una activa entrega para participar, colaborar, sugerir y animar la vida familiar, los equipos de trabajo, los grupos de amigos o la excelencia profesional.


sábado, 23 de julio de 2011

¿POR QUÉ Y CÓMO RECORDAMOS?



  
En el Libro Nueve de la ODISEA, HOMERO relata lo que le sucedió a su héroe Odiseo cuando una tormenta desvió sus barcos de rumbo y los llevó a la "Tierra de los Comedores de Loto". Calmada la tormenta, Odiseo ordenó desembarcar a dos de sus mejores hombres para que hicieran un reconocimiento. Esperaron, pero después de un tiempo sus hombres no volvieron. Entonces el mismo Odiseo desembarcó para buscarlos. Los encontró. Estaban vivos y caminando, pero en un estado de sueño. Los nativos los habían invitado a qué comieran la flor del loto, y por ello habían perdido completamente su memoria. No sabían ni quienes eran ni de adonde venían: "habían perdido su psiquis", dice Homero.

HOMERO SABÍA, EN ESE TIEMPO, QUE LA MEMORIA ERA PARTE INTEGRAL DE LO QUE UNA PERSONA ES. Sin ella, no es posible llegar a tener la percepción de sí mismo y la percepción de los demás. Es lo que se almacena en la memoria, lo que en definitiva condiciona todo el comportamiento y la personalidad de cada individuo. "Si ella se pierde, se pierde el psiquis". Afortunadamente sus hombres volvieron al barco y, después de algunos días, recuperaron la memoria.

Sin duda que es necesaria LA MEMORIA para formar nuestra personalidad, para aprender, relacionarnos con otros y, en consecuencia, desenvolvernos en la sociedad. Cada instante, a través de nuestros sentidos, estamos percibiendo sonidos, olores, objetos y hechos. Sin embargo, no todo lo que nuestros sentidos perciben queda grabado en nuestra memoria, ya que parece existir un verdadero cedazo que permite grabar sólo lo más importante. Alexander R. Luria, neuropsicólogo ruso, en 1968 escribió un libro ("La Mente del Memorion"), dedicado enteramente a relatar el caso de un individuo llamado Shereshevsky, que tenía la rara condición de recordar todo lo que sus sentidos percibían. En una ocasión, este le mostró una larga y compleja fórmula matemática. Después de algunos minutos, Shereshevsky la reprodujo con absoluta fidelidad. Pero lo que fue más asombroso, la misma fórmula la reprodujo 15 años después con igual exactitud. Pero esta condición tan extraordinaria, no le sirvió mucho a su paciente. Su tremenda memoria lo inhabilitó para el trabajo, porque su cerebro se sobrecargaba de demasiada basura innecesaria, y que no podía integrar ni correlacionar. Para desgracia de él, sin ni siquiera emociones, sólo pudo emplearse en un music hall, exhibiendo su memorión.

Afortunadamente, la mayor parte de las personas posee una memoria con una capacidad intermedia entre los comedores de lotos y el memorión Shereshevsky. El cerebro normal no sólo almacena, sino que también selecciona información relevante, de tal forma que lo aprendido se puede correlacionar entre sí, además de su relación con sus emociones. Como resultado de todo esto se comienza a estructurar la experiencia, la personalidad y, en definitiva, la inteligencia.



Fases de la memoria

Existe así una memoria de corto plazo (Short Time Memory o STM), que luego da lugar a la memoria de tiempo medio (Midle Term Memory o MTM) que, bajo ciertas condiciones, llega a consolidarse en una memoria más estable, de largo plazo (Long Term Memory o LTM). Mucho de la memoria de corto plazo se olvida y sólo una parte más relevante pasa a la de mediano plazo, para finalmente llegar a la memoria más estable de largo plazo. En el caso del memorión, que relata Luria en su libro, no había cedazo, y todo lo que sus sentidos percibían pasaba a la memoria de largo plazo.

En este proceso, John Connolly, investigador del Cold Spring Harbor Laboratory en Nueva York, trabajando con moscas, que como todos los animales tienen también memoria, ha logrado identificar un gene específico que puede estimular o suprimir la memoria de largo plazo (The Sciences, Junio 1996), demostrando así que el archivar la información tiene una base bioquímica.

Pero también se ha podido demostrar que la memoria de largo plazo se almacena en un lugar preciso del cerebro: el hipocampus. Susumo Tonegawa, investigador del MlT en Boston (ganador del Premio Nobel), ha podido desarrollar una técnica en lauchas por medio de la cual inhibe la expresión de un gene especifico en las neuronas de esa zona y, como resultado, estas ratas no pueden guardar información. Puestas en un laberinto, a diferencia de las lauchas normales, nunca aprenden a llegar al queso.

En los seres humanos, se ha podido demostrar que la memoria de largo plazo también se almacena en un lugar específico del cerebro. Hay un caso clásico de estudio, observado en un hombre epiléptico (H.M.), que ha servido para comenzar a comprender como se almacena la memoria en el cerebro humano. Se trataba de un enfermo que sufría de crisis muy graves de epilepsia y que le impedían llevar una vida normal. Coma único tratamiento posible, en 1953 se le extrajo una parte importante del hipocampus cerebral, de la amígdala y del lóbulo temporal del mismo. Si bien es cierto que se atenuaron los síntomas de la epilepsia, aparecieron otros síntomas muy peculiares: a partir de esta situación no fue capaz de transferir nuevas informaciones para su posterior almacenamiento en la memoria permanente, de tal suerte que sólo podía recordar cosas por un corto período de tiempo. Como resultado, H.M. vivía un presente perpetuo, en que sólo recordaba lo sucedido en ese día. Sin embargo, la memoria de lo que le había sucedido hasta antes de la cirugía permanecía intacta.

Otras observaciones clínicas han permitido también ir conociendo mejor el proceso de almacenamiento de la memoria, que parece confirmar que la memoria en función del tiempo se va haciendo más resistente a las alteraciones.

Connolly relata un caso de un traumatismo encéfalo-craneano sufrido por una persona durante el día de Navidad. Después de reponerse, el paciente podía recordar todo hasta el 12 de diciembre, pero lo sucedido entre el 12 y el 24 del mismo mes, se le borró completa y definitivamente. Estas y otras observaciones han permitido diferenciar la memoria llamada de largo plazo, la que parece que, progresivamente, se va haciendo más resistente a posibles alteraciones cerebrales, sean estas producidas a consecuencias de traumas, shocks o anestesias. Es decir, habría un proceso por el cual hechos destacados de la memoria de corto plazo se transfieren a la memoria de largo plazo, que pasa así a ser más duradera. Cuesta recordar la comida de la cena del día anterior, pero no se olvidará nunca del guiso que, cuando chica, su madre le exigía comer. Eso quedó grabado en la memoria a largo plazo.

Otra observación que ha sido posible demostrar en animales de experimentación, es que la memoria de largo plazo depende de la síntesis de proteínas. Pero cada neurona no trabaja aisladamente, sino que, por el contrario, están íntimamente conectadas ente sí. Para traer un recuerdo a la mente, son muchas las neuronas que se disparan simultáneamente, y para eso necesitan de una interconexión perfecta.

Las conexiones se hacen a través de las dendritas, (prolongaciones de las neuronas) por medio de substancias químicas (neurotransmisores) que ellas producen y liberan, las que desencadenan una serie de reacciones dentro de la neurona. Pero estas substancias químicas necesitan ser reconocidas por receptores que están en las membranas de las neuronas que, a su vez, son proteínas.

En el caso de las lauchas de Tonegawa, manipuladas genéticamente para inhibir un determinado gene, lo que se logra, en definitiva, es que no se produzca la proteína receptora de un neurotransmisor: el glutamato. Como consecuencia, las células no se conectan y no pueden guardar la información. Es lo mismo que nos sucede a los seres humanos con la edad. En la medida que pasan los años, vamos perdiendo las conexiones interneuronales que establece el glutamato. Ya a los 70 años se ha perdido el 20% de ellas, y debido a esto va disminuyendo la memoria.

Pero dentro de cada neurona, parece también que está claro que en el último termino, para que la memoria se almacene, hay también una dependencia de la síntesis de proteínas, que a su vez son codificadas (ordenadas) por otros genes. Serían estas proteínas las que en forma ordenada guardan la información, del mismo modo que es necesario ir ordenando los ladrillos para construir los muros de una casa.

En este sentido son clásicos los experimentos realizados por Wesley Dingman y colabores del Chesnut Hill Hospital de Maryland en el año 1963. Al inyectar una sustancia que inhibía la síntesis de proteínas a una rata, ésta no lograba una memoria de largo plazo. Sin embargo, la misma droga no afectaba a la memoria de largo plazo que ya había sido almacenada previamente.

En resumen, todo parece indicar que el almacenamiento de la memoria se realiza en un lugar preciso del cerebro: el hipocampus, y que en el proceso están involucrados genes específicos dentro de la neurona. Ellos logran armar la memoria, codificando (ordenando) la síntesis de proteínas también especificas, que son necesarias tanto para que las neuronas se puedan comunicar entre sí como para que, en alguna forma, ordenen y guarden la memoria en cada neurona. Son verdaderos genes bibliotecarios, pero con una condición muy especial, ya que la información no estaría en libros o anaqueles diferentes, pues el recuerdo de algo está también interconectado con muchos otros que se van interrelacionando. Para recordar nombres, caras o información en general, requiere que el Cerebro "recree" una serie de actividades eléctricas sincronizadas relacionadas con la información. Un simple olor o un hecho determinado nos trae recuerdos relacionados del pasado, y esos nos trae otros y otros, y así se van correlacionando. Todo parece indicar que para que sea posible esta dinámica de la memoria, se requiere de la compleja interconexión de cientos de neuronas a través de sus sinapsis. Todo esto, en el caso de la memoria do largo plazo, sucedería en la zona cerebral llamada hipocampus.


Falta mucho camino por recorrer

Si fuera posible llegar a conocer todos los mecanismos genéticos o bioquímicos que permiten almacenar la memoria, como lo hace una computadora, aún así estaríamos muy lejos de conocer la intimidad de la función cerebral. El proceso es mucho más complejo y más dinámico que simplemente guardar información. Así, por ejemplo, sabemos que la memoria se relaciona con las emociones, pero estamos lejos de comprender como ello ocurre. Tal es el caso, por ejemplo, de lo que recientemente Vilayanur Ramachandran, de la Universidad de California, ha descrito en un paciente, que a consecuencia de un traumatismo craneano ha quedado con una rara anomalía que no le permite relacionar su memoria con sus emociones. Este cuadro clínico se ha llamado el Síndrome de Capgras, que hace que el paciente se imagine que los miembros de su familia son impostores, porque al verlos no le produce ninguna emoción. Sin embargo, su memoria y su inteligencia son normales (Proceedings of the Royal Society, vol. 264, 1997, pág. 437). Es así como cuando le muestran fotografías de miembros de su familia o de personas importantes para él, las recuerda y reconoce perfectamente, pero no le producen ninguna emoción. Él admite que en la fotografía se ven como sus padres o conocidos, pero al mismo tiempo afirma que son simplemente dobles. En presencia de ellos, los reconoce, pero cree que son impostores.

Según cree Ramachandran, lo que ha sucedido en este paciente, es que ha perdido la conexión entre la memoria, que le permite recordar las caras (corteza inferior temporal) y el sistema límbico del cerebro, que regula las emociones. Así, su memoria recuerda las caras, pero no siente emociones ante ellas. Una rara condición, porque cualquiera que sean los recuerdos quo almacenamos en la memoria, siempre van ligados a emociones (afecto, rabia, alegría, tristezas, frustraciones, etc.). Es de este modo como la memoria está interrelacionada, en cada caso, con muchos otros recuerdos y con muchas otras emociones. No sólo eso: memorias y emociones, en alguna forma, influyen en todas las funciones del organismo. Es por esta razón que las crisis emocionales y afectivas desencadenan diversas enfermedades en órganos muy lejanos.

Los expertos en computación se han planteado el desafío de llegar a desarrollar un computador inteligente. Para ello quieren imitar coma trabajan las neuronas interconectadas. Dicen ellos que quieren llegar a la inteligencia artificial. Todo parece indicar que aún están muy lejos de ello. No es sólo cuestión do interconectar neuronas. ¡Nos falta tanto para entender la complejidad del cerebro! Aunque la ciencia siempre depara sorpresas, en esta ocasión parece poco posible que podamos imitarlo o al menos caricaturizarlo.

sábado, 16 de julio de 2011

BUENAS IDEAS



SÓCRATES
FILÓSOFO UNIVERSAL

Si preguntamos a estudiantes de secundaria y de las universidades de cuál fue la obra escrita de Sócrates, la mayoría dubitan y contestan mencionando algún título. Unos dicen La República, otros Diálogos, aquellos Principia, etcétera. Lo cierto es que Sócrates no dejó absolutamente nada escrito. Sin embargo, la humanidad no deja de hablar de él, pese a que ha transcurrido casi 2,500 años.

300 ó 400 años antes de Cristo, Sócrates era considerado EL SABIO MÁS GRANDE DEL MUNDO, porque sabía de todo. Entonces, el mundo se limitaba a los alrededores de la antigua Grecia; Sócrates es también el sabio y filósofo más grande del mundo de hoy. Para “redondear” su fama universal de sabio, Sócrates dijo su célebre frase: SÓLO SÉ QUE NADA SÉ.


SÓCRATES BEBIENDO CICUTA
(Imagen: picasaweb.com)

Como sabio -es decir, como filósofo- Sócrates anduvo por el mundo, reflexionando y dialogando sobre los asuntos humanos cotidianos y de la sociedad de la época: la justicia, el amor, el conocimiento, la sabiduría, la virtud, el valor, la ética, la moral, la prudencia, el deber, etcétera. Cuando Sócrates empezaba hablar en la calle con una persona acerca de la Justicia, por ejemplo, rápidamente mucha gente, ante todo los jóvenes, se aglomeraba alrededor de él para escuchar sus diálogos así como sus reflexiones y todos regresaban a sus casas admirados y pensando en todo lo que había dicho el sabio. Así, Sócrates no sólo lograba extasiar a la gente con sus pensamientos, SINO CAMBIABA SU MENTE, SU FORMA DE PENSAR.

Ser sabio, ser filósofo, por consiguiente, ser humilde, sobrio y sencillo le costó muy caro a Sócrates, en realidad le ha costado mucho a la humanidad, pues Sócrates fue enjuiciado y condenado por una sociedad de entonces cuyo valor social era –como lo es hoy- la MEDIOCRIDAD. Hace cambiar de mentalidad a los jóvenes, va en contra de las creencias en los dioses, es subversivo, es antisistema; fueron los cargos.

En suma, Sócrates fue condenado por un tribunal mediocre. Su delito: BUSCAR, ENCONTRAR Y DECIR LA VERDAD. Sus amigos le dijeron –huye Sócrates de la prisión. Pero él, hombre de principios, prefirió no hacerlo. Optó por la muerte. Bebió un potente brebaje ponzoñoso capaz de tumbar inmediatamente a un elefante: la cicuta. Así, la sociedad empezaba a castigar a sus SABIOS, FILÓSOFOS, CIENTÍFICOS y HÉROES.

 CONFUCIO

GRAN FILÓSOFO ORIENTAL

Contemporáneo de Sócrates, CONFUCIO ES EL SABIO MÁS SABIO DEL MUNDO ORIENTAL. Mientras que Sócrates filosofaba en el mundo helénico (mundo occidental), Confucio lo hacía en el mundo oriental.

Así como Sócrates, Confucio no dejó nada escrito; empero, con sus sabias prédicas, ambos cambiaron la mentalidad de las personas haciéndolas más humanas (y terrenales). Confucio, al igual que Sócrates, NO HACÍA EXPLICACIONES DIVINAS DE LOS ASUNTOS HUMANOS TERRENALES. Encontraba los males de los hombres (y de las mujeres) en ellos mismos y había que (re)construir la mente de la gente orientada hacia la práctica de la buena conducta.

Tanto Confucio como Sócrates centraron también sus preocupaciones en torno AL BUEN GOBIERNO DEL ESTADO así como de los asuntos públicos. Abogaban, por ejemplo, que los bellacos, corruptos y mediocres debían estar proscritos para acceder a los cargos públicos.

Se atribuye a Confucio una innumerable cantidad de adagios (proverbios, máximas, refranes, frases célebres) que el lector fácilmente puede encontrar en la Internet.

 CHARLES DARWIN

EL HOMBRE NO FUE CREADO POR DIOS, EVOLUCIONÓ –MUY A SU PESAR- DEL MONO

Hace poco, el mundo celebró el segundo centenario del nacimiento del célebre científico inglés Charles Darwin. Pero, nosotros queremos resaltar no tanto su nacimiento sino algo más trascendental acontecimiento de Darwin: la publicación de su famoso libro EL ORIGEN DE LAS ESPECIES mediante la selección natural publicado en 1859 (hace más de 150 años). Esta publicación del famoso científico causó un gran revuelco en el mundo entero porque en él Darwin sostenía su teoría de que la existencia de las especies (entre ellas la humana) no se debían a alguna fuerza divina (Dios) necesariamente sino a que esas especies habían demostrado ser las más fuertes para adaptarse fácilmente que otras a su entorno. Darwin planteaba que la selección natural era la causa de la sobrevivencia de las especies. LA NATURALEZA SELECCIONABA A LAS ESPECIES MÁS FUERTES mientras que a las más débiles simplemente condenaba a su desaparición. Así actuaba el dios Naturaleza.

En cuanto a la especie humana, a partir de la teoría de Darwin, la imagen del hombre creado por Dios, se vino por los suelos y se construyó la imagen del hombre evolucionando a partir del mono. No era que según la Biblia el hombre fuera creado por Dios (y de su costilla, la mujer) a su imagen y semejanza sino el hombre evolucionó durante millones de años desde que mono luchando por la sobrevivencia (lucha por la vida) vino a convertirse, muy a su pesar, en humano.

Esta idea de Darwin (lucha por la vida y sobrevivencia por selección natural sólo de los que son capaces de adaptarse) explica lo que son las cosas por naturaleza. Si una plantita no es capaz de adaptarse a las inclemencias, por ejemplo, del medio ambiente, simplemente está condenada a desaparecer. Si resultara capaz se impondrá, crecerá, se desarrollará y hará que otras plantas de su especie se multipliquen. Si un joven es capaz de conducirse acertada y adecuadamente ante las “INCLEMENCIAS” de su medio ambiente, triunfará; si no es capaz, fracasará inexorablemente. Así es la Ley de la Vida. ERES CAPAZ (permanentemente) o desapareces (definitivamente). Dos soldados enfrentados, el incapaz muere, el capaz (en la lucha por la vida), sobrevive (y vive).


ALBERT EINSTEIN

TODOS LE ADMIRAMOS, PERO NO LE ENTENDEMOS

Charles Chaplin dijo alguna vez al científico alemán Eistein lo siguiente: “A Ud. le aplauden la gente porque no le entienden, y a mí me aplauden porque me entienden demasiado”.

TEORÍA DE LA RELATIVIDAD, tiempo-espacio relativo, la bomba atómica, la masa y velocidad de la luz, la energía nuclear, la física, etc.; todo eso nos suena a Einstein. ¿Qué es todo esto? El común de las personas, no los comprendemos, No tenemos tampoco por qué comprenderlos. Pero aun incomprendido, Albert Eisntein siempre estará en nuestra mente como el científico que cambió la forma de ver el mundo y con él admirar aún más a la naturaleza, al universo; a Dios, según cada quien.

El inquieto Juan, de apenas 9 años, quiso experimentar por sí mismo la teoría de Einstein explicada por su profesor. Pero lo malo fue que decidió experimentar con su mejor amigo mucho mayor que él. Juan, admirador de Eistein, sabía que su amigo no tenía la menor idea del famoso científico alemán por que no tuvo la suerte de tener un profesor como el suyo. Su proceder consistiría en dos actos. PRIMER ACTO: dirigir el puño en cámara lenta, despacio, al rostro de su amigo. SEGUNDO ACTO: dirigir el puño con enorme velocidad. Dicho y hecho. PRIMER ACTO: logró sólo acariciarlo. SEGUNDO ACTO: tuvieron que llevarlo al hospital.

Así quedaba probada, una vez más, la teoría de Eistein: si a una pequeña masa (puño, por ejemplo) le inyectamos una GRAN VELOCIDAD, su capacidad destructiva es extraordinaria porque libera una enorme cantidad de energía. Así, Albert Einstein había descubierto el principio para la fabricación de la bomba atómica, para la producción de la energía nuclear. Einstein había descubierto algo que puede (y debe) servir para el bienestar de la humanidad o bien puede servir para su destrucción.


(Imagen: www.mydigitallife.co.za)

Esta teoría de Einstein está expresada en la siguiente célebre fórmula matemática: E = mc2. La energía (E) es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz. La velocidad de la luz equivale a la fabulosa cifra de 300 mil kilómetros ¡por segundo! Es decir, si a una pequeña masa le impregnamos la extraordinaria velocidad de 300 mil Km./seg. al cuadrado obtendremos una descomunal energía como para destruir todo.

Gracias a este descubrimiento, por ejemplo, puede por debajo de una gran montaña pasar una vía férrea, una carretera o un viaducto porque es fácil perforarlo gracias a la inmensa cantidad de energía que se puede obtener con el principio de Einstein, capaz de romper, en segundos de tiempo, toneladas de rocas.

Por su puesto que Einstein no sólo es famoso por su referida fórmula. También lo es por su teoría de la relatividad. NADA ES ABSOLUTO, TODO ES RELATIVO.

domingo, 10 de julio de 2011

EL LÍMITE DE LA INTELIGENCIA



    
    Desde los más remotos siglos el hombre ha anhelado tener un saber absoluto capaz de interpretar la universalidad de la existencia. Su ciencia se formó mediante la sistematización del descubrimiento de los fenómenos naturales. Su técnica aplicó los progresos científicos en transformaciones prácticas de la materia. Así, el progreso de la ciencia y de  la técnica que consolida el proyecto de conocer la totalidad del universo se convierte para el hombre en una mera función temporal de su esfuerzo.

    Todo lo que se pueda predicar científicamente del universo es una cifra finita, si consideramos el mismo plenamente constituido, aunque en constante movimiento espacial. En la medida que el conocimiento humano progresa, por más que aparentemente le pueda parecer que cada vez le queda más por descifrar, lo objetivo es apreciar cómo se va progresando en consumir la finitud del saber universal. Cada vez el hombre está más próximo a desentrañar la totalidad de las relaciones inherentes a la materia, por más que su pesimismo le recuerde que se encuentra muy el comienzo de tan audaz tarea.

   La ciencia progresa en una doble dirección: Hacia lo más pequeño, en la investigación atómica, y hacia  lo más extenso, en la investigación espacial. De la prospección simultánea y continua en ambos sentidos se debe esperar llegar a alcanzar un marco que se ensanche en progresión exponencial. Desde este punto de vista la inteligencia humana podría ser considerada ilimitada, si entendemos esa no-limitación a que cualquier relación de la naturaleza, en cuanto material y por tanto finita, puede someterse a su comprensión.

    El escollo a esa pretensión de una inteligencia ilimitada surgió cuando alguien se preguntó si la inteligencia humana es capaz de comprenderse a sí misma.

   En la aplicación de la inteligencia al conocimiento de la ciencia concurren dos factores:

        LA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD HASTA SUS MÍNIMOS DETALLES.
        LA INTERPRETACIÓN DE LAS IDEAS MENTALES ELABORADAS.

    La consideración de la causalidad que establece como relación mental la  causa y el efecto es un acto creativo distinto en sí a la propia transformación natural. Ha sido necesario que la inteligencia cree el concepto de relación para que la realidad mental ordene las ideas según una función de causalidad. Con este ejemplo tan sencillo se aprecia que la inteligencia humana en su creatividad subjetiva se constituye como una potencia ilimitada sobre un limitado saber, porque aunque se conocieran todas las realidades universales con un explicación lógica para la mente humana, siempre quedaría por conocer bajo que otros aspectos de la creatividad intelectual esas realidades contienen formalizaciones del saber no escudriñadas.

    Aunque el conocimiento científico del mundo es limitado, su aplicación técnica es ilimitada. Si cabría pensar que la inteligencia humana como capacidad de reducir a leyes la ciencia universal sería finita, como lo son las relaciones posibles de darse entre la materia, en cambio habría que considerar infinita la inteligencia porque con un número limitado de leyes podría llegar a establecer una ilimitada sucesión de técnicas de aplicación de la materia para su beneficio.

    Esa no-limitación de la inteligencia es lo  que la concibe como una especie natural peculiar y privilegiada. En cuanto que su creatividad es personal, el mundo interior de cada persona es irreductible para las demás inteligencias, lo que de alguna manera concluye que la inteligencia ilimitada no es infinita en el sentido de que pudiera abarcar el todo, pues siempre quedaría al margen de su saber la interioridad de las demás inteligencias y muy posiblemente la constitución propia de la misma inteligencia que la hace capaz de poseer intuiciones creativas.


EN LOS LÍMITES DE LA INTELIGENCIA. ¿ES EL INGREDIENTE DEL ÉXITO EN LA VIDA?
Roberto Colom

   ¿Es importante ser inteligente en la sociedad actual? ¿Depende de la inteligencia el éxito en la vida? ¿Quiénes fracasan en la escuela? ¿Quiénes triunfan en su trabajo? ¿Se puede medir la inteligencia? ¿Qué son los tests de inteligencia? ¿Son las situaciones y problemas cotidianos semejantes a los tests de inteligencia? ¿Qué es el cociente de inteligencia? ¿Cuántas inteligencias existen? ¿Influyen la familia y los amigos en el desarrollo de la inteligencia? ¿Está el cerebro detrás de la inteligencia? ¿Influye la dieta en la inteligencia? ¿Son relevantes las condiciones del útero materno? ¿Hay peligros durante el parto? ¿Son los genes responsables de las diferencias de inteligencia que separan a los ciudadanos? ¿Son los superdotados personas excepcionales? ¿Qué es un niño prodigio? ¿Qué es la genialidad? ¿Qué es un talento? ¿Cambia la inteligencia durante la vida? ¿Declina la inteligencia con el paso de los años? ¿Son las mujeres más inteligentes que los hombres? ¿Están las desigualdades sociales influidas por las diferencias de inteligencia que separan a los ciudadanos? ¿Sabemos cómo mejorar la inteligencia?

   Éstas y otras muchas preguntas encuentran respuesta en este apasionante ensayo de divulgación científica. En sus páginas el autor intenta aclarar los errores y malentendidos que rodean a las discusiones populares sobre la inteligencia, y se desvelan muchos de los secretos del que, sin duda, se puede considerar el principal atributo de la humanidad, la inteligencia.

CONTENIDO
¿Es importante ser inteligente en la sociedad actual?
¿Se puede medir científicamente la inteligencia?
¿Es imparcial la medida científica de la inteligencia?
El éxito en la vida y la inteligencia están «asociados».
La influencia de la familia y de la escuela en la inteligencia.
El cerebro de la inteligencia.
Los genes de la inteligencia.
Los superdotados. ¿Personas excepcionales?
Inteligentes a distintas edades. ¿Debemos temer hacernos mayores?
Mujeres y hombres. ¿Quiénes son más inteligentes?

Clases sociales e inteligencia.
¿Se puede mejorar la inteligencia?
Fuentes documentales.
Post-scriptum: Cociente de inteligencia y la riqueza de los países.

martes, 5 de julio de 2011

LOS CUATRO RABINOS


 
Una noche cuatro rabinos recibieron la visita de un ángel que los despertó y los transportó a la SÉPTIMA BÓVEDA DEL SÉPTIMO CIELO. Allí contemplaron la SAGRADA RUEDA DE EZEQUIEL.

En determinado momento de su descenso del PARDES ó el Paraíso, a la tierra, uno de los rabinos, tras haber contemplado semejante esplendor, perdió el juicio y vagó echando espumarajos por la boca hasta el fin de sus días.

El segundo rabino era extremadamente cínico: "He visto en sueños la Rueda de Ezequiel, eso es todo. No ha ocurrido nada en realidad."

El tercer rabino no paraba de hablar de lo que había visto, pues estaba totalmente obsesionado. Hablaba por los codos, describiendo cómo estaba construido todo aquello y lo que significaba... hasta que, al final, se extravió y traicionó su fe.

El CUARTO RABINO, que era un poeta, tomó un papel y una caña, se sentó junto a la ventana y se puso a escribir una canción tras otra sobre la paloma de la tarde, su hija en la cuna y todas las estrellas del cielo.

Y de esta manera vivió su vida mejor que antes.



En el lugar habitado por La Loba los espíritus se manifiestan como personajes y la voz mitológica de la psique profunda habla como poeta y oráculo.

En el lugar donde vive La Loba, el cuerpo físico se convierte, tal como escribe el poeta Tony Moffeit, en "un animal luminoso", y parece ser que, por medio de los relatos anecdóticos, el pensamiento consciente puede fortalecer o debilitar el sistema inmunitario corporal.

Una vez muertas, las cosas que poseen valor psíquico se pueden resucitar. Además, el material básico de todos los cuentos que ha habido en el mundo se inició con la experiencia de alguien que en esta inexplicable tierra psíquica intentó contar lo que allí le ocurrió.

El lugar intermedio entre los dos mundos recibe distintos nombres. Jung lo llamó el inconsciente colectivo, la psique objetiva y el inconsciente psicoide, refiriéndose a un estrato más inefable del primero. Consideraba el segundo un lugar en el que los mundos biológico y psicológico compartían las mismas fuentes, en el que la biología y la psicología se podían mezclar y podían influir mutuamente la una en la otra. En toda la memoria humana este lugar -llámesele Nod, el hogar de los Seres de la Niebla, la grieta entre los mundos- es el lugar donde se producen las visiones, los milagros, las imaginaciones, las inspiraciones y las curaciones de todo tipo.

Aunque el lugar transmite una enorme riqueza psíquica, hay que acercarse a él con una cierta preparación, pues uno podría ceder a la tentación de ahogarse gozosamente en el arrobamiento experimentado durante su estancia allí. La realidad correspondiente puede parecer menos emocionante comparada con él. En este sentido, estos estratos más profundos de la psique pueden convertirse en una trampa de éxtasis, de la cual las personas regresan tambaleándose y con la cabeza llena de ideas inestables y manifestaciones insustanciales. Y no debe ser así. Hay que regresar totalmente lavados y sumergidos en unas aguas vivificantes e informativas que dejen grabado en nuestra carne el olor de lo sagrado.

Toda mujer tiene potencialmente acceso al Río bajo el Río. Llega allí a través de la meditación profunda, la danza, la escritura, la pintura, la oración, el canto, el estudio, la imaginación activa o cualquier otra actividad que exija una intensa alteración de la conciencia. Una mujer llega a este mundo entre los mundos a través del anhelo y la búsqueda de algo que entrevé por el rabillo del ojo. Llega por medio de actos profundamente creativos, a través de la soledad deliberada y del cultivo de cualquiera de las artes. Y, a pesar de todas estas actividades tan bien practicadas, buena parte de lo que ocurre en este mundo inefable sigue envuelta en el misterio, pues rompe todas las leyes físicas y racionales que conocemos.

El cuidado con el cual se debe penetrar en este estado físico se ilustra en el pequeño, pero conmovedor cuento de los cuatro rabinos que ansiaban contemplar la sagrada Rueda del Profeta Ezequiel.


Una noche cuatro rabinos recibieron la visita de un ángel que los despertó y los transportó a la Séptima Bóveda del Séptimo Cielo. Allí contemplaron la Sagrada Rueda de Ezequiel.

En determinado momento de su descenso del Pardes, el Paraíso, a la tierra, uno de los rabinos, tras haber contemplado semejante esplendor, perdió el juicio y vagó echando espumarajos por la boca hasta el fin de sus días.

El segundo rabino era extremadamente cínico: "He visto en sueños la Rueda de Ezequiel, eso es todo. No ha ocurrido nada en realidad."

El tercer rabino no paraba de hablar de lo que había visto, pues estaba totalmente obsesionado. Hablaba por los codos, describiendo cómo estaba construido todo aquello y lo que significaba... hasta que, al final, se extravió y traicionó su fe.

El cuarto rabino, que era un poeta, tomó un papel y una caña, se sentó junto a la ventana y se puso a escribir una canción tras otra sobre la paloma de la tarde, su hija en la cuna y todas las estrellas del cielo.

Y de esta manera vivió su vida mejor que antes.