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sábado, 15 de enero de 2011

VIAJE EN EL TIEMPO



La Teoría Neodarwiniana de la Evolución supone que las formas de vida avanzaron por un árbol de la vida desde un ancestro común mediante mutaciones genética aleatorias. Supone que las formas de vida  Microevolucionaron hacia variaciones similares de ellas (como las diferentes especies del pinzón) a través de una sucesión de cambios simples y, finalmente, las criaturas disímiles Macroevolucionaron (como un pez en un anfibio y un mamífero terrestre en una ballena) a lo largo de las eras geológicas. Estas categorías están separadas porque hay poco debate acerca de la Microevolución, aun al punto de la formación de nuevas especies.

Charles Darwin observó esto en los pinzones de las islas Galápagos, y  ha sido aparente por siglos en la cría de plantas y de animales.

Recordemos que la Teoría de la Evolución se ocupa básicamente de tres cuestiones:

En primer lugar; ha de demostrar el hecho evolutivo en sí, con pruebas de que las especies cambian a través del tiempo y se transforman en otras.

La segunda cuestión; consiste en abordar el estudio de la historia de la evolución: establecer las relaciones de parentesco entre los diversos organismos –actuales o extinguidos– a fin de determinar el momento en el que unos linajes se separaron de otros y dibujar así el árbol genealógico de todas las especies.

La tercera y final; la teoría estudia las causas de la evolución. [1]

“Los fósiles del Cámbrico ponen de manifiesto que la pretendida transformación gradual y lenta, desde la célula al hombre, que proponía Darwin con su método de la selección natural, no puede explicar de ninguna manera el origen de los seres vivos. Los famosos árboles de la evolución que pretenden mostrar la descendencia de todos los organismos a partir de antepasados comunes y, en última instancia, de una primitiva y única especie, se han vuelto para dar la razón a los últimos fósiles descubiertos.”[2]

¿Como apareció la vida en este planeta? [3]

El cuentito de la sopa nutritiva que “alimentó”  el surgimiento de la vida en el planeta es básicamente el mismo en casi todos los científicos. Acá expongo el relato contado por un prestigioso medico siquiatra que vive en mi ciudad, autor de un libro interesante sobre el temor, cito al libro:

Cuando la vida apareció en nuestro planeta, lo hizo en el mar y ocurrió cuando una molécula empezó a reproducirse a sí misma, es decir se duplicó. Al hacerlo comenzó un ciclo evolutivo que ya lleva más de 4 mil millones de años.

Otros como seres humanos somos la expresión actual de esa la Primera Molécula. Cuando la primitiva célula duplicada se duplicó a su vez y se reunió con otras, formó organismos en apariencia distintos, pero hechos de la misma materia y dotados de la misma capacidad de duplicación o reproducción.

Cuando la cantidad de células reunidas fueron numerosas, comenzaron a formarse nuevos seres cada vez más complejos. Pero al hacerlo, hubo algunas células que quedaron en el interior del nuevo ser, alejadas del medio ambiente desde donde se nutrían donde arrojaban lo que no les servía. Entonces se hizo necesario crear un sistema que trajera los alimentos y que se llevara los desechos, para que el organismo siempre en equilibrio.

Es decir;  QUE NO LE FALTARA NI LE SOBRARA NADA, fue necesario “crear” un sistema de “bomba y cañerías” que llevara y trajera necesario desde el medio líquido que las rodeaba, y así se originó el primer Circulatorio. Pero para saber qué le faltaba y qué le sobraba, el organismo tuvo que crearse UN SISTEMA DE SEÑALES que le permitiera ORGANIZAR ESTA INFORMACIÓN y ESTA CREACIÓN fue lo que sería el antecedente evolutivo del Sistema Nervioso Central.”

Nota; fin de la cita (*) Prof. Dr. Carlos Soria, “Vulnerabilidad y Resiliencia”, X Congreso Argentino de Psiquiatría (Oct. 2000)

El Dr. Suárez, luego continúa diciendo:

Les propongo ahora que nos metamos en “ese mar” en donde nació la vida y en donde nació el sistema que permite la vida: estamos en el mar, el inmenso mar y somos unas cuantas células aisladas que nos reproducimos a rápida velocidad.

Somos células aisladas, pero seres vivos al fin y en Permanente Evolución. Pasan unos cuantos millones de años y miles de litros de agua oceánica dan forma a una ameba y, por un instante antes de morir, comprendemos nuestra existencia y Seguimos Evolucionando. Pasan millones de años más y nuestro cuerpo ya es de pez, pequeño y sin huesos, pero vivo y curioso…; un día el pez ve el sol y quiere más. Millones de años después nuestro cuerpo de pez se ha hecho mayor y al acercarnos a la costa, intentamos reptar por la playa aunque aún no podemos respirar. Luego de otros millones de años e intentos que fracasan, nos adaptamos a respirar en el aire y nos arrastramos por la playa. Finalmente logramos vivir en el agua y en la tierra…

Ahora que ya salimos del mar y podemos respirar, nuestro cuerpo ya es mayor y nuestro aspecto es como el de los reptiles de nuestros días. Si bien hasta entonces teníamos un Sistema Nervioso de “ameba” y luego de “pez”, recién cuando evolutivamente somos “reptiles” podemos reconocer estructuras nerviosas de cierta complejidad, a lo cual llamamos: Sistema Nervioso o Cerebro Reptiliano. Este es un Sistema Nervioso muy primitivo, que sólo le permite al reptil respirar; alimentarse, mantener la circulación y el equilibrio y la armonía entre todas las funciones del organismo y reproducirse. Millones de años nos llevaron poder desarrollar nuestras patas y recorrer el espacio. Y mucho tiempo después el cielo nos llamó y quisimos conocer la copa de los árboles y luego del paso de otros millones de años nos trepamos a los árboles, y pudimos alimentar a nuestra cría con el alimento que viene desde nuestro interior, la leche materna. Así nos transformamos en mamíferos. Nuestra cabeza para entonces va adquiriendo mayor volumen, pues en su interior la información que creó conexiones cerebrales ya ocupa más lugar físico. Nuestro aspecto en esta época es el de un mono. Nuestro sistema nervioso de Mono tiene una nueva estructura que se ha sumado al anterior Cerebro Reptiliano, se trata del Cerebro Límbico. (Broca 1878).

El Cerebro Límbico se agrega por encima del Cerebro Reptiliano y determina que aparezcan la memoria y las emociones, lo que nos permite como mamíferos del nivel del mono, incorporar la capacidad de distinguir “lo que nos gusta” de “lo que no nos gusta” y TENER MEMORIA para tratar de repetir lo que nos da satisfacción y rechazar lo que no nos satisface, como así prepararnos para la lucha o para la huida ante la percepción de un peligro. Así; “VIVIMOS EN UN ETERNO PRESENTE”, sin conciencia de futuro, ni de vejez ni de muerte, sólo interesados en los placeres de la comida y la sexualidad y rechazando su carencia y el dolor.

Así estábamos muy bien, pero el avance arrollador de la Evolución de la Vida, nos lleva a caminar en dos patas, dejar la copa de los árboles y desarrollar más el volumen de nuestro cráneo, especialmente en la región frontal, la que está en la frente por encima de los ojos. Con el paso de los años nuestra experiencia como monos ha dado a luz una nueva capacidad, una nueva formación cerebral que llamamos Corteza Cerebral Pre –frontal.

Esta estructura, recientemente incorporada, es la que nos hace seres humanos y que nos   coloca en el tope más alto de la creación.

La aparición de la Corteza Cerebral Pre-Frontal en la superficie del cerebro, implica  que más neuronas se han incorporado y más conexiones se han desarrollado; esto determina la aparición de lo que llamamos inteligencia, con el pensamiento y la razón y la capacidad de imaginar o crear situaciones no vividas.

Ningún ser vivo en nuestro planeta ha desarrollado un Sistema Nervioso Central tan Complejo y maravilloso como el que tenemos como seres humanos.

La incorporación de la Corteza Cerebral Frontal nos permite la capacidad de tener conciencia de nosotros mismos, poder prever y resolver situaciones reales o imaginarias, comprender y formular conceptos abstractos, interpretar símbolos, escribir, leer, reír. También nos permite incorporar conceptos éticos, es decir, comprender la dualidad del bien y el mal, y conceptos estéticos, como lo bello y lo feo, así como también crear herramientas que nos faciliten la vida y adoptar en cada caso la conducta más adecuada para resolver la situación que se nos presente, aún cuando ella no nos resulte familiar o Conocida. Tener voluntad y deseos de superación y sentir que somos nosotros quienes decidimos, y que no somos llevados por impulsos desconocidos como les ocurre a los animales.”


¿Formas nuevas o extinción de formas antiguas? [4]

“En vez de aparición de formas nuevas, habría que hablar de extinción de formas antiguas. Los hipotéticos fósiles intermedios requeridos por la teoría de Darwin, únicamente existían en su imaginación, pero no en la teoría

Los actuales buscadores de fósiles han descubierto microbios petrificados en rocas anteriores al Cámbrico. Este hallazgo hubiera alegrado mucho a Darwin pero, desde luego, no habría solucionado el problema de las lagunas en el registro fósil. La más profunda y enorme de estas lagunas es sin duda la primera, la que existe entre estos microorganismos hallados en estratos del Precámbrico y casi todos los planes generales de diseño que se conocen en este planeta y que aparecen ya corno una explosión  de vida a principios del Cámbrico, primer período de la Era Primaria, según la geología actualista o evolucionista.


 Grafico sobre Evolución

Para tener una ligera idea de la rapidez con que se produjo esta aparición, baste recordar que sólo habría durado un 0,2% de la historia de la vida en la Tierra. Tres mil millones de años bajo el dominio de las bacterias invisibles y de repente, en sólo diez millones de años, un pestañeo en el Tiempo de la Evolución, los océanos se llenan de moluscos, gusanos, medusas, crustáceos, estrellas, esponjas, cordados y otras clases de animales que ya no viven en la actualidad. ¿Por qué tanta prisa? ¿No parece gritar este descubrimiento creación en vez de evolución’? Tal es el desconcertante enigma que hoy viene preocupando al evolucionismo.”

La doctrina darwiniana sostiene que las Causas que permiten el Desarrollo Evolutivo de las especies son las mutaciones al azar y la selección natural. Las mutaciones son “errores” ocasionales en la replicación del ADN, que pueden heredarse de una generación a otra. Desde el extremo de lo inapreciable al de lo letal, las consecuencias de una mutación génica pueden ocupar cualquier punto intermedio, y dependerán siempre del ambiente. Si una mutación permite adaptarse mejor al medio, los individuos portadores sobrevivirán con más facilidad y se reproducirán con más frecuencia que los que no la posean, hasta que, con el paso del tiempo, lleguen a sustituirlos por completo.

De este modo aparece la otra gran causa de la Evolución de las Especies, según los darwinistas ortodoxos: la selección natural, por la que se conservan las diferencias favorables y se eliminan las perjudiciales. Los efectos de la selección natural se miden por un parámetro denominado fitness: la “adecuación” adaptativa del fenotipo (el conjunto de características externas de los individuos) al entorno.” [5]

Un libro del cual solo leí un comentario en Internet, titulado; “Darwinismo. El fin de un mito”, escrito por un agnóstico, es una obra interesante, y como el articulo dice “apta para provocar una fuerte polémica en ámbitos académicos, con el previsible rechazo de los partidarios más incondicionales del darwinismo radical. Y esto último, no sólo por la crítica en sí: también porque el evolucionismo de Chauvin parece ser compatible con el teísmo, aunque esto último aparece en esta obra de un modo confuso e impreciso.”[6]

Según Rémy Chauvin, quien  es un biólogo de prestigio internacional, profesor honorario de la Sorbona y autor de más de cuarenta obras científicas, En su libro se pregunta en qué medida las afirmaciones fundamentales del darwinismo se basan en pruebas científicas: La base del darwinismo es científicamente débil.

Chauvin está convencido del hecho de la Evolución; pero no ve que sean tan evidentes algunas ideas al uso del modelo darwiniano, sobre todo en lo relativo a los mecanismos que Gobiernan la Evolución.

Podemos leer el comentario redactado por Aciprensa, que comenta que, el registro fósil no concuerda:

Tampoco el registro fósil apoya el darwinismo: “La imagen que nos proporcionan los fósiles no concuerda en absoluto con las tesis gradualistas”, señala Chauvin. Y añade: “No hay fósiles que nos muestren un paso gradual a los cordados, o que relacionen a estos con los vertebrados, a los que teóricamente dieron lugar. El primer vertebrado conocido ya tenía cráneo y huesos calcificados. La situación es peor aún en los insectos. Su origen y las relaciones entre los diferentes órdenes se desconocen. El origen de las plantas es aún más oscuro que el de los animales”.”

Ante esta falta de suficiente fundamento empírico, Chauvin afirma que “el darwinismo no es simplemente una teoría, sino que se trata, más bien, de una creencia, ya que alberga toda una ideología. Y el denominado creacionismo científico defendido por el protestantismo norteamericano no es una alternativa válida al darwinismo radical, ya que tampoco explica nada”.

Chauvin “no siente ningún tipo de simpatías por los creacionistas, pero reconoce que los darwinistas radicales hacen trampas, pues elaboran un concepto erróneo de Dios que luego les resulta sumamente fácil criticar. Es lo que él denomina un “Dios carpintero”, que echa una mano al mono para que pase a ser un homínido y, más tarde, un humano”.

“La consecuencia práctica es que los darwinistas plantean un falso dilema: o se cree en Dios o se cree en Darwin. Chauvin no está conforme con este planteamiento. “No hay sólo dos posibilidades, hay tres: creer en Darwin, creer en el concepto ingenuo de Creador, o la tercera posibilidad, la más objetiva, confesar que no sabemos lo suficiente como para sacar conclusiones”. Ahora bien, para ser del todo objetivos, el científico francés todavía se deja en el tintero una cuarta opción: la afirmación de un concepto correcto de Dios, sin que la objetividad de tal concepto signifique negar el misterio que envuelve lo divino.”

Las conclusiones de Chauvin al final de la obra parecen bastante razonables: “Lo que debemos hacer es investigar, tratar de entender. Y olvidar el orgullo. Todavía sabemos muy poco: no lo suficiente para vaticinar y pretender, como hacen los darwinistas, que ya lo entendemos todo o, lo que es lo mismo, que tenemos la teoría definitiva” [7]

Como se expresa Antonio Cruz, el científico español: “El registro fósil tampoco muestra evolución gradual de lo simple  a lo complejo, sino aparición súbita de grupos perfectamente formados. Más bien, lo que se evidencia es todo lo contrario, una explosión inicial de   vida y de especies, muchas de las cuales desaparecieron, como los  dinosaurios, hasta llegar al número de especies que existe actualmente.” [8]

El biólogo Sean Carroll afirma: “Un tema de larga data en la biología evolucionista es si los procesos observables en poblaciones y especies existentes (microevolución) son suficientes para dar cuenta de cambios a gran  escala evidentes en períodos más largos de la historia de la vida (Macroevolución)” --------------ojo         (2)

La verdad simple es que no hay ninguna evidencia sólida de la Macroevolución; es algo inferido mediante la extrapolación de la Microevolución a lo largo de las eras geológicas. Pero esta inferencia es cuestionable.

Aun cuando propuso originalmente este concepto, Julián Huxley observó: “Debe reconocerse que aún no se ha brindado la;  evidencia del uso de mutaciones en la evolución bajo condiciones naturales”. (3)

Y lo mismo ocurre hoy. El zoólogo Pierre-P. Grassé afirma: “insistir, que la vida apareció por puro azar y evolucionó de esta forma es una suposición infundada que, no concuerda con los hechos”. (4)

La bióloga Lynn Margulis dice: “No he visto ninguna evidencia de que estos cambios puedan ocurrir mediante la acumulación de mutaciones graduales”. (5)

Scott Gilbert, John Opitz y Rudolf Raff concluyen: “Los cambios Microevolucionistas en la frecuencia génica no fueron considerados como capaces de transformar a un reptil en un mamífero o de convertirá un pez en un anfibio. El origen de las especies -el problema de Darwin- sigue sin resolverse”. (6)

El “consenso” es que; las mutaciones de genes dañinas en los humanos ocurren una vez cada 105-106 células de esperma o de óvulos en una generación. (7) La tasa de mutación beneficiosa es probablemente mucho menos que el 1% de esta cifra. Aun cuando las mutaciones ocurrieran más frecuentemente en épocas atrás, el neodarwinismo predice una macroevolución lenta, que debería dejar formas de transición en el registro fósil. Pero, en cambio, el registro ilustra el “equilibrio intermitente”: la vida continúa en forma estable durante largos períodos de tiempo interrumpidos por estallidos periódicos de gran actividad por ninguna razón naturalista conocida, seguidos por un retorno a la estabilidad.

El ejemplo más dramático de esto es la explosión del Cámbrico, ocurrida unos 500 millones de años atrás. Antes del período Cámbrico, no había ninguna evidencia de organismo alguno con partes duras, (8) pero durante unos meros 50 millones de años “aparecieron todos los principales filos y divisiones de los organismos que existen hoy, excepto las plantas terrestres”. (9) “Una vez que todos los nichos básicos fueron ocupados, sin embargo, este frenesí de nuevas formas no sólo se detuvo sino que fue recortado”, ya que algunos filos del Cámbrico se extinguieron”. (10)


En vez del patrón neodarwiniano en el que los niveles inferiores de la jerarquía biológica deben surgir antes de los superiores, el patrón del Cámbrico “crea la impresión de que la evolución (animal) ha procedido en términos generales ‘de arriba abajo’”. (11)

Según el teórico evolucionista Jeffrey Schwartz, los principales grupos animales “aparecen en el registro fósil como Atenea de la cabeza de Zeus: desarrollados y listos”. (12) Además, la explosión del Cámbrico no es un caso especial, sino más bien ilustra que el “equilibrio intermitente” es la regla, y no la excepción. James Valentine y Douglas Erwin dicen que “la evidencia… sugiere que la [explosión del Cámbrico] no ha sido explicada por ninguna de las teorías actuales… ni la selección de especies Microevolucionista ni los rápidos saltos Macroevolucionistas satisfacen los datos adecuadamente”. (13)

Hay una escasez tan grande de formas de transición que cada afirmación basada en información fragmentada es recibida con gran fanfarria como evidencia a favor de la evolución. Sin embargo, Stephen Jay Gouldconfiesa:

“La extrema rareza de las formas de transición en el registro fósil persiste como el secreto profesional de la paleontología. Los árboles evolucionistas que adornan nuestros libros de texto tienen datos sólo en las puntas y los nodos de sus ramas; el resto es inferencia -no importa cuán razonable- y no la evidencia de los fósiles”. (14)

Según James Valentine y Douglas Erwin: “Las secciones de las rocas del Cámbrico que tenemos (y tenemos muchas) son esencialmente tan completas como secciones de duración de tiempo equivalentes de entornos de depósitos similares, [sin embargo] las alianzas de transición son desconocidas o no están confirmadas” para cualquiera de los filos o clases. (15)

El paleontólogo Steven M. Stanley afirma: “A pesar del estudio detallado de los mamíferos del Pleistoceno de Europa, no se conoce un solo ejemplo válido de transición filética (gradual) de un género a otro”. (16)

Como alternativa; si las diferencias de secuencia genéticas entre los principales filos animales se deben a mutaciones acumuladas sostenidamente durante períodos de tiempo largos, debería ser posible usar diferencias de secuencias en las proteínas o el ADN en especies vivas como un “reloj molecular” para estimar cuánto tiempo atrás compartieron un ancestro común. Sin embargo, esta clase de análisis a menudo produce resultados bizarros, como agrupar a los conejos con los primates en vez de los roedores, colocar a los erizos de mar con los cordados y poner a las vacas más cerca de las ballenas que de los caballos. (17) Además, el análisis crítico de este tipo de fechado filogenético revela incertidumbres tan grandes que los resultados carecen prácticamente de significado. (18)

La homología (la similitud no funcional, como las extremidades de cinco dígitos de los anfibios, reptiles, aves y mamíferos) se cita a menudo como evidencia de la Macroevolución, pero la investigación genética muestra una falta de correspondencia entre los genes y la estructura de las extremidades. El embriólogo Gavin de Beer se pregunta: “¿Qué mecanismo podría existir que termina produciendo órganos homólogos, los mismos ‘patrones’, a pesar de que no están controlados por los mismos genes?”. (19)

El fracaso del neodarwinismo no es ninguna sorpresa para los matemáticos. Sir Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe han escrito un libro, Why Neo-Darwinism Doesn’t Work [Por qué no funciona el neodarwinismo], sobre el tema. (20)

El biólogo Michael Behe ha brindado verificación experimental empírica de estos cálculos probabilísticos analizando la lucha del hombre  contra la malaria, que es un microbio unicelular con una población “muchísimo más vasta que cualquier especie animal o de plantas”, resultando en una tasa de reproducción y de mutación muchísimo mayor.

El Tiempo Relativo para que la malaria desarrolle una resistencia a la atovacuona (una droga que requiere una mutación de un punto) en comparación con la cloroquina (que requiere dos mutaciones) concuerda razonablemente con los cálculos de probabilidades. “En promedio, para que los humanos logren una mutación como ésta al azar, deberíamos esperar (1015 años)” (21), 100.000 veces más que la edad del universo. La resistencia natural del hombre a la malaria es la hemoglobinaalciforme, que ha “surgido independientemente no más que unas pocas veces en los últimos 10.000 años, posiblemente una sola vez”, (22) aun cunado requiere sólo una mutación de un punto.

El descubrimiento de los genes reguladores, que pueden “encender” y “apagar” los genes para producir CAMBIOS ENORMES en el fenotipo, presenta un nuevo dilema. El paleontólogo Jack Horner predice que en 50 años “podremos activar interruptores genéticos. Y volver a crear un dinosaurio a partir de un ave”. Pero esto hace que el neodarwinismo sea aún menos plausible. “La probabilidad de que formas de vida complejas Evolucionen de la materia no viva por azar es insuperable, pero parece aún mas improbable Evolucionar también una clase de genes reguladores y el material genético para adaptarse a condiciones ambientales futuras aún no experimentadas. Eso requeriría una superinteligencia, atribuyendo un carácter divino y mitológico a la selección natural” [9]

Notas:
0.http://groups.google.com/group/es.ciencia.misc/browse_thread/thread/dd2d5977fb502fd6?pli=1
1. http://www.aceprensa.com/articulos/2001/may/16/darwinismo-el-fin-de-un-mito/
2.Antonio Cruz,“La ciencia encuentra a Dios”, ed. Clie,pag.276-277
3. Dr. Enrique Guillermo Suárez, vivir sin miedo, pag. 61-65,Bahia Blanca,Bs.As, @ 2006,ISBN 10:987-43-9368-8, ISBN 13:978-987-43-9368-5
4. La ciencia encuentra a Dios,op. cit.
5. http://www.aceprensa.com/articulos/2001/may/16/darwinismo-el-fin-de-un-mito/
6. Ibid
7. Ibid
8. La ciencia encuentra a Dios,op. cit.
9.http://groups.google.com/group/es.ciencia.misc/browse_thread/thread/dd2d5977fb502fd6?pli=1

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